Santiago Bernabéu: el primer estadio en almacenar el césped bajo tierra

La remodelación del estadio del Real Madrid fue un ejemplo de ingeniería moderna que transformó el recinto, inaugurado en 1947, en uno de los estadios más avanzados tecnológicamente del mundo. Entre las modificaciones más destacadas se encuentra la instalación de un sistema para almacenar el césped bajo tierra y así cuidar la cancha cuando los merengues no juegan.

El Estadio Santiago Bernabéu fue sometido a una intervención exhaustiva entre el año 2019 y 2024. El proyecto consistió en modificar la infraestructura para permitir la realización de eventos de índole deportiva y otro tipo de espectáculos sin utilizar espacios externos adicionales.

La remodelación trajo algo que nunca se había visto en estadios de fútbol: un sistema que almacena la cancha bajo tierra. Para esto, se divide el terreno de juego en seis secciones de 107 metros por 11,67 metros y un peso de 1500 toneladas. Después, las piezas se transportan hasta un invernadero ubicado a 30 metros debajo del estadio, denominado Hipogeo.

El Hipogeo cuenta con sistemas de riego, iluminación LED, emisión de rayos en el rango ultravioleta, ventilación y control de temperatura para mantener el césped en condiciones idóneas para competiciones del equipo merengue.

El proceso de traslado y almacenamiento de la cancha tiene una duración de seis horas. Este mecanismo posibilita que, una vez almacenado el césped, se puedan programar eventos sin que el terreno de juego sufra alteraciones en su estado, como sucede en muchos estadios del mundo.

Además, esto ha posibilitado una reorganización interna del recinto, lo que permite al Santiago Bernabéu albergar diversos eventos simultáneamente en espacios independientes.

La remodelación también incluyó modificaciones en la cubierta del estadio, que ahora se cierra durante la mayoría de partidos nocturnos. Se instaló una cubierta que abarca 28.000 metros cuadrados, junto con otra que cubre 8.000 metros cuadrados y que puede abrirse o cerrarse en un intervalo de entre 15 y 20 minutos.

La segunda cubierta está compuesta por 12 cerchas y por cojines que se llenan de aire, en los que se emplea una membrana de PTFE recubierta de fluoropolímero. Este mecanismo permite que el recinto se utilice en función de la programación de eventos, sin depender de las condiciones climáticas.

Por otra parte, en el interior del estadio se incorporó un videomarcador de 360 grados. El sistema se ubica suspendido en el techo del recinto y recorre el perímetro del campo. El videomarcador está compuesto por pantallas dispuestas en forma de tronco de cono y presenta una resolución de 13HD, donde se muestran repeticiones de jugadas, datos estadísticos y mensajes de patrocinio.

La remodelación también incluyó una estructura denominada Skywalk 360. Se trata de una pasarela que recorre el techo del estadio en la que se ubican un restaurante de sushi y un Skybar con capacidad para 200 personas. La ubicación de la pasarela permite ver el interior del recinto y la ciudad de Madrid desde una posición que facilita la observación.

La fachada del Santiago Bernabéu se modificó para adecuarse a la organización de actividades. La estructura consiste en láminas de acero inoxidable que se integran a los elementos tecnológicos del recinto. La iluminación de la fachada varía en función del evento que se programe. Esta modificación se acompaña de un anillo logístico ubicado bajo el estadio, que posibilita la realización de operaciones de carga y descarga sin utilizar el espacio exterior.

La remodelación del Estadio Santiago Bernabéu implicó una inversión de 225 millones de euros con los que se configuró el recinto para acoger otras actividades adicionales a las que ofrece el Real Madrid. Además de los partidos de fútbol, ahora el estadio se utiliza para conciertos, ferias, convenciones y competiciones deportivas de otras disciplinas.