Viajes: qué significa la señal de tránsito triangular con un globo rayado y qué cuidados debo tener

Una de las señales de tránsito menos comunes, pero altamente relevantes, es la señal triangular con un globo rayado en su interior, conocida técnicamente como P-29 y que es normal verla en puentes, tuenes o zonas montañosas.

Su propósito es advertir sobre el peligro de vientos fuertes que soplan de manera transversal a la vía, una condición meteorológica que puede desestabilizar a los vehículos y generar riesgos, como un accidente, golpes o desvíos.

Esta señal de advertencia pertenece a la categoría de señales preventivas, que tienen como función principal informar a los conductores sobre posibles peligros en el trayecto. En este caso, la P-29 advierte sobre la proximidad de una zona donde son comunes los vientos fuertes que soplan en dirección transversal al camino.

El diseño triangular con un borde rojo y fondo blanco es característico de las señales de advertencia, mientras que el globo rayado en el centro simboliza el riesgo causado por las ráfagas de viento.

El viento transversal puede ejercer fuerzas laterales considerables sobre los vehículos, especialmente aquellos con grandes superficies laterales, como camiones, autobuses y remolques. Estas fuerzas pueden desestabilizar el control del conductor y aumentar el riesgo de accidentes.

Por este motivo, al encontrarse con esta señal, los conductores deben tomar medidas específicas para adaptar su conducción a las condiciones ambientales.

El viento transversal es una condición común en ciertos tipos de terrenos y estructuras que favorecen su formación. Las ráfagas fuertes pueden producirse cuando el viento fluye sin interrupciones a través de espacios abiertos o cuando es canalizado por características geográficas como montañas o valles.

También puede generarse en infraestructuras específicas, como puentes o túneles, donde las diferencias de presión amplifican la intensidad del viento.

El peligro de este tipo de viento radica en su capacidad para desestabilizar vehículos en movimiento. Incluso a velocidades moderadas, una ráfaga lateral puede desviar un vehículo de su trayectoria, especialmente si es alto o si transporta cargas voluminosas.

Por esta razón, las autoridades de tráfico instalan la señal P-29 en ubicaciones estratégicas donde el viento transversal representa un riesgo recurrente.

La señal P-29 se coloca en áreas donde las condiciones meteorológicas y geográficas propician la presencia de vientos fuertes. Algunos de los lugares más habituales incluyen:

1. Puentes: los puentes elevados, al estar expuestos a grandes alturas y sin barreras naturales que frenen el viento, son especialmente vulnerables. En estas estructuras, las ráfagas pueden afectar severamente la estabilidad de los vehículos.
2. Zonas costeras: las proximidades al mar son conocidas por sus fuertes vientos, que además pueden cambiar de dirección rápidamente debido a la ausencia de obstáculos naturales.
3. Cumbres y pasos de montaña: en terrenos montañosos, las condiciones orográficas generan corrientes de viento impredecibles y a menudo intensas.
4. Llanuras abiertas: las grandes extensiones de terreno plano sin barreras, como las llanuras, permiten que el viento sople sin interrupciones, alcanzando velocidades significativas.
5. Túneles: aunque menos intuitivo, algunos túneles largos y abiertos pueden generar efectos de viento transversal debido a diferencias de presión entre el interior y el exterior.

Para los conductores, reconocer y responder adecuadamente a la señal P-29 es esencial para evitar accidentes en estas condiciones adversas. Las principales recomendaciones incluyen:

• Reducir la velocidad: conducir a menor velocidad ayuda a mantener el control del vehículo frente a las ráfagas laterales.
• Aumentar la distancia de seguridad: es crucial dejar un mayor espacio con respecto al vehículo que va adelante para evitar colisiones en caso de desvíos inesperados.
• Sujetar firmemente el volante: un agarre sólido del volante permite contrarrestar las fuerzas laterales del viento.
• Prestar atención a vehículos grandes: camiones, autobuses y remolques son más susceptibles al viento, por lo que se debe mantener una mayor distancia con ellos.
• Evitar maniobras bruscas: cambios de carril o adelantamientos deben realizarse con extrema precaución para evitar perder el control.