Para tus viajes: tres formas de usar la N en un vehículo automático y evitar daños en la caja de cambios

La popularización de los vehículos automáticos ha transformado la experiencia de manejo, ofreciendo comodidad y facilidad de uso, pero puede ser un dolor de cabeza para aquellos que no se familiaricen con la forma correcta de conducir este tipo de autos.

Aunque no se tenga en el radar, un uso erróneo de las marchas puede ocasionar serios problemas mecánicos, especialmente en la caja de cambios, una de las piezas más costosas de reparar o reemplazar.

Según la creadora de contenido conocida como @conductor_ms_may, la marcha “N”, frecuentemente ignorada por conductores, juega un papel clave en la prolongación de la vida útil de este componente.

En un video publicado en su cuenta de Instagram, la creadora de contenido explicó que el 90% de las personas conducen sus automáticos exclusivamente en la marcha “D”, sin considerar el impacto que esto puede tener en la caja de cambios.

Además, resaltó que muchos creen que la marcha “N” es innecesaria, cuando en realidad cumple funciones esenciales. Estas prácticas incorrectas podrían provocar: sobrecalentamiento del aceite de transmisión, desgaste prematuro de los componentes y daños severos en situaciones de emergencia.

Cuando un vehículo automático permanece en la marcha “D” mientras el conductor pisa el freno, como ocurre frecuentemente en los semáforos, se genera un aumento en la temperatura del aceite de la transmisión. Esto no solo reduce la eficiencia del sistema, sino que también puede acortar la vida útil de la caja de cambios.

Para prevenir este problema, la clave es cambiar a la marcha “N” mientras se espera. Este ajuste permite que el sistema descanse y se reduzca el esfuerzo mecánico, que disminuye la acumulación de calor en el aceite y protege los componentes internos de la transmisión del auto.

Un error común al estacionar es cambiar directamente de “D” a “P” sin tomar medidas adicionales. Este procedimiento concentra la tensión del peso del vehículo en el engranaje de bloqueo de la caja de cambios, lo que puede provocar desgaste prematuro y daños costosos.

La forma correcta de aparcar consiste en seguir una secuencia específica: primero, colocar la marcha en “N”; segundo, activar el freno de mano; tercero, soltar el freno de pie, y finalmente, cambiar la marcha a “P”.

Este método asegura que el peso del vehículo sea sostenido por el sistema de frenado en lugar de la caja de cambios, prolongando su durabilidad.

En situaciones donde un automático debe ser remolcado, colocar la marcha incorrecta puede resultar en daños irreversibles a la caja de cambios. Si el vehículo permanece en “D” o “P” mientras es arrastrado, el sistema de transmisión podría sobrecargarse, provocando fallas graves.

La marcha “N”, conocida como “punto muerto”, es la opción adecuada en estos casos, porque permite que las ruedas giren libremente sin afectar los componentes internos de la transmisión. Esta precaución es especialmente importante para evitar reparaciones costosas y garantizar la seguridad del vehículo durante el traslado.

Junto al uso correcto de la marcha “N”, los conductores deben adoptar hábitos que favorezcan la longevidad de la caja de cambios. Entre ellos se encuentra realizar mantenimientos regulares, como el cambio de aceite de transmisión siguiendo las especificaciones del fabricante y evitar aceleraciones bruscas o cambios de marcha repentinos.

También es fundamental prestar atención a las señales de desgaste, como ruidos extraños o dificultad para cambiar de marcha, y acudir a un mecánico especializado ante cualquier irregularidad. Una conducción responsable y el seguimiento de estas prácticas pueden prevenir averías y reducir costos en el mantenimiento.