El internet satelital de Starlink, desarrollado por Elon Musk, ha recibido la aprobación de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos para su uso en teléfonos móviles. Cualquier persona puede probar esta nueva experiencia siempre que cumpla una serie de requisitos.
Dicha aprobación permitirá a los usuarios conectarse a internet directamente desde sus dispositivos, eliminando la necesidad de equipos adicionales como antenas o puntos de acceso especializados, y facilitando el acceso a la red incluso en zonas remotas o con poca cobertura terrestre.
Para experimentar esta experiencia, los usuarios deben cumplir los siguientes requisitos:
- Ser cliente de T-Mobile en Estados Unidos: Actualmente, la prueba beta está disponible exclusivamente para usuarios de T-Mobile con planes de voz pospago.
- Disponer de un dispositivo compatible: Cualquier teléfono móvil con capacidad para conectarse a redes 4G o 5G es apto para participar en las pruebas, sin necesidad de hardware adicional.
- Registrarse en el programa beta: Los interesados deben inscribirse a través del sitio web habilitado por T-Mobile para este propósito.
Es importante destacar que los cupos para participar en la prueba son limitados y que la tecnología está en desarrollo, por lo que la disponibilidad del servicio puede variar según la ubicación y las condiciones específicas.
Qué pueden hacer los usuarios con Starlink en sus celulares
El internet satelital de Starlink permite a los usuarios conectarse a la red desde prácticamente cualquier ubicación, incluso en zonas remotas como bosques o pueblos alejados de centros urbanos. Este servicio es particularmente útil en situaciones de emergencia.
Según la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), las operaciones conjuntas de SpaceX y T-Mobile ofrecerán beneficios significativos, como un acceso mejorado a servicios de emergencia en áreas donde los consumidores, de otro modo, no podrían conectarse a una red terrestre para realizar llamadas o enviar mensajes al 911.
Este servicio también sería fundamental en desastres naturales, como huracanes o terremotos, donde las infraestructuras de telecomunicaciones suelen quedar afectadas, facilitando la comunicación de los usuarios con servicios de emergencia o con sus familiares.
Qué retos enfrenta Starlink con este nuevo servicio
Los desafíos que enfrenta Starlink tras la aprobación de la FCC son considerables, ya que la autorización para operar los satélites de segunda generación, Starlink Gen2, está condicionada a cumplir ciertos requisitos.
Uno de los puntos clave aún por resolver es si SpaceX podrá aumentar la potencia de emisión de radio de sus satélites, un aspecto fundamental para habilitar funciones avanzadas como videollamadas en tiempo real.
Esta incertidumbre ha generado preocupación entre otros operadores de telecomunicaciones, quienes advierten que permitir a SpaceX superar los límites actuales de densidad de flujo de energía podría causar interferencias en sus redes terrestres existentes.
Jessica Rosenworcel, presidenta de la FCC, subrayó la importancia de la cooperación entre operadores satelitales y terrestres. Según declaró a Reuters, “la FCC está impulsando activamente la competencia en la economía espacial, fomentando asociaciones entre operadores móviles terrestres y operadores satelitales para construir un futuro con una red integrada que elimine las zonas sin cobertura móvil”.
Qué tiene que ver SpaceX con Starlink
SpaceX, fundada por Elon Musk en 2002, es la compañía responsable de desarrollar y operar Starlink, un servicio de internet satelital diseñado para proporcionar conectividad global, especialmente en áreas rurales y remotas. A través de SpaceX, se fabrican, lanzan y gestionan los satélites que conforman la red Starlink, conocida como una “megaconstelación”.
SpaceX utiliza sus propios cohetes reutilizables Falcon 9 para poner en órbita los satélites de Starlink, lo que permite despliegues rápidos y eficientes. Además, SpaceX gestiona las estaciones terrestres y el software que conecta los satélites con los usuarios finales.
Starlink también forma parte de la visión de SpaceX de financiar proyectos más ambiciosos, como misiones espaciales a Marte.