A partir del sábado 28 de diciembre de 2024, en los países de la Unión Europea, incluido España, solo se permitirá el uso de cargadores USB-C en una amplia gama de dispositivos electrónicos nuevos vendidos en la región. Esta medida marca el final del período de dos años establecido para la adaptación a la ley europea, cuyo objetivo es reducir los residuos electrónicos y facilitar el uso de cargadores únicos para los consumidores.
La directiva europea exige que teléfonos móviles, tabletas, cámaras digitales, auriculares, libros electrónicos, teclados, ratones, consolas de videojuegos, altavoces y sistemas de navegación utilicen cargadores USB-C.
En el caso de los ordenadores portátiles, el plazo para cumplir con la normativa se extiende hasta el 28 de abril de 2026.
Por otra parte, la directiva también establece estándares uniformes para la carga rápida y permite a los consumidores decidir si desean recibir un cargador nuevo al comprar un dispositivo.
Además, obliga a los fabricantes a actualizar el etiquetado de los empaques, indicando de forma clara las características de carga del dispositivo y especificando qué accesorios están incluidos en la compra.
Por qué la UE tomó esta decisión
La Unión Europea adoptó la normativa sobre cargadores universales con el propósito de abordar tres desafíos: facilitar la vida de los consumidores, reducir los residuos electrónicos y evitar la fragmentación del mercado de dispositivos de carga.
Hasta ahora, coexistían estándares como USB 2.0 Micro B, USB-C y Lightning (propietario de Apple) bajo un acuerdo voluntario de 2009, un sistema que, según la Comisión Europea, generaba hasta 11.000 toneladas anuales de residuos electrónicos.
La nueva ley busca disminuir esta cifra al permitir que los consumidores compren dispositivos electrónicos sin necesidad de adquirir un cargador adicional. Esto no solo reducirá el impacto ambiental, sino que también, se ahorrará hasta 250 millones de euros al año en cargadores innecesarios, según la UE.
Esta medida forma parte de una estrategia más amplia de la UE para reducir los residuos electrónicos y promover decisiones de compra sostenibles, fomentando una economía circular.
Al disminuir la extracción de materias primas y las emisiones de CO2 asociadas a la producción, transporte y eliminación de cargadores, la normativa contribuye a los objetivos climáticos y ambientales del bloque. Asimismo, garantiza que los consumidores reciban información clara para tomar decisiones más conscientes.
Qué teléfonos móviles cumplen con esta normativa
Actualmente, la mayoría de los fabricantes de dispositivos Android ya utilizan el puerto USB-C en sus modelos. Marcas como Samsung, Xiaomi, Motorola y Google han adoptado este estándar en sus líneas de smartphones.
Apple, que tradicionalmente ha empleado su conector Lightning, ha comenzado a adaptarse a esta normativa. iPhone 15, lanzado en 2023, fue el primer modelo de la compañía en incorporar un puerto USB-C. Se espera que los futuros modelos de iPhone continúen con esta transición para cumplir con la regulación europea, así como ocurrió con iPhone 16.
Cabe señalar que, aunque muchos dispositivos ya cumplen con esta normativa, a partir de la fecha mencionada será obligatorio para todos los teléfonos móviles nuevos vendidos en la UE contar con un puerto USB-C. Los consumidores deben verificar las especificaciones de los dispositivos para asegurarse de que cumplen con este estándar, especialmente durante el período de transición.
Qué pasa si utilizo otro tipo de cargador
A partir de la entrada en vigor de la normativa de la Unión Europea el 28 de diciembre de 2024, los dispositivos electrónicos vendidos en la región deben contar con un puerto de carga USB-C. Sin embargo, los cargadores y dispositivos adquiridos antes de esa fecha seguirán siendo funcionales.