En Infobae Tecno vamos a recordar una de las historias más importantes que se presentaron en los últimos años, cuando un usuario vio como se explotó su Apple Watch Series 7, luego de un sobrecalentamiento inesperado mientras lo estaba usando. Un caso que se ha presentado con otros tipos de dispositivos.
Esta situación cobra mucha más importancia en época de Navidad, donde este tipo de productos suelen ser un regalo entre familiares y amigos. Por lo que es un ejemplo más sobre los cuidados que se deben tomar al momento de cargar cualquier dispositivo, porque un defecto de fábrica o un mal habito de carga puede poner en riesgo nuestra vida.
La historia del Apple Watch que explotó
Todo comenzó cuando este usuario notó que su reloj inteligente se calentaba de forma inusual mientras lo llevaba puesto, a pesar de que la temperatura ambiente en su hogar no superaba los 21 °C (70 °F). Al revisar el dispositivo, descubrió que la parte trasera del reloj estaba agrietada y que watchOS mostraba una advertencia de temperatura, sugiriendo que debía apagarse.
El usuario contactó inmediatamente al soporte técnico de Apple, y su caso fue escalado a través de diferentes niveles de atención hasta llegar a un gerente. Apple indicó que abrirían una investigación y le pidió que no manipulara el reloj mientras esperaban una respuesta definitiva. Sin embargo, la situación empeoró al día siguiente.
El reloj seguía calentándose y llegó al punto de romper su pantalla debido al calor. Cuando el usuario intentó fotografiar el dispositivo para enviar evidencia a la empresa, este comenzó a emitir sonidos antes de explotar. El impacto dejó marcas de quemaduras en su sofá y lo obligó a visitar la sala de emergencias por temor a un posible envenenamiento por plomo, aunque más tarde se descartó esta posibilidad debido a los materiales empleados en el dispositivo.
Apple confirmó que investigaría el incidente y retiró el reloj para pruebas de laboratorio.
Por qué los celulares y los relojes inteligentes pueden explotarse
El problema de las explosiones en dispositivos electrónicos generalmente se origina en las baterías de iones de litio, utilizadas por su capacidad y eficiencia. Sin embargo, estas baterías no están exentas de riesgos. Durante su uso, la carga y descarga constante puede generar estructuras internas denominadas dendritas, unas fibras microscópicas que, al crecer descontroladamente, pueden causar cortocircuitos y sobrecalentamiento.
Además, las baterías son muy sensibles a las temperaturas extremas y a los voltajes incorrectos. Cuando el calor acumulado no puede disiparse de manera efectiva —debido al diseño compacto de los dispositivos modernos como los relojes inteligentes y los teléfonos móviles—, se puede desencadenar un fenómeno conocido como “fuga térmica”. Esto es un ciclo de calor descontrolado que puede provocar una combustión repentina.
Además de posibles defectos de fábrica, los hábitos de los usuarios también influyen en la seguridad de los dispositivos electrónicos. Según expertos, cargar dispositivos en lugares sin ventilación, como camas o mochilas, aumenta la probabilidad de sobrecalentamiento. El uso de cargadores no originales, que pueden suministrar voltajes inadecuados, también es un factor de riesgo.
Incluso la carga rápida, una función popular en teléfonos y dispositivos modernos, incrementa la generación de calor. Esto, combinado con el uso intensivo de los dispositivos durante el proceso de carga, puede acelerar el desgaste de las baterías y aumentar la posibilidad de fallas.
Cómo evitar las explosiones con dispositivos electrónicos
Para reducir el riesgo de explosiones o sobrecalentamientos, se recomienda seguir estas medidas preventivas:
- Evitar temperaturas extremas: no expongas los dispositivos a calor excesivo o los cargues en lugares cerrados sin ventilación adecuada.
- Usar cargadores originales: los accesorios de terceros pueden no regular correctamente el voltaje y la corriente.
- No utilizar el dispositivo mientras carga: actividades como ver videos, usar datos móviles o ejecutar aplicaciones intensivas mientras se carga generan calor adicional.
- Desconectar al alcanzar la carga completa: esto evita variaciones de voltaje que podrían dañar la batería.
- Revisar señales de daño en la batería: si notas que tu dispositivo se calienta excesivamente o la batería parece inflada, suspende su uso y reemplázala inmediatamente.
- Actualizar el software regularmente: las actualizaciones pueden incluir mejoras de seguridad para prevenir problemas relacionados con la gestión de energía.