La pregunta sobre cuándo un niño debería comenzar a usar un teléfono móvil ha sido objeto de discusión en círculos académicos, familiares y tecnológicos. Curiosamente, una de las figuras más influyentes en la revolución tecnológica, Steve Jobs, tenía una postura firme al respecto. Según declaraciones recogidas en una entrevista con The New York Times en 2010, Jobs limitó estrictamente el acceso de sus hijos a los dispositivos que él mismo ayudó a crear.
Cuando el iPad fue lanzado al mercado, el magnate tecnológico reveló que sus hijos no habían utilizado el dispositivo, sorprendiendo al entrevistador. El biógrafo de Jobs, Walter Isaacson, corroboró que las cenas en la casa del fundador de Apple eran libres de tecnología y se enfocaban en conversaciones sobre libros, historia e ideas. Esta política, que podría parecer contradictoria viniendo del creador del iPhone, reflejaba una preocupación sobre el impacto de los dispositivos electrónicos en los jóvenes.
“Todas las noches, Steve se proponía cenar en la gran mesa larga de su cocina, hablando de libros, de historia y de una variedad de cosas. Nadie nunca sacó un iPad o un ordenador. Los niños no parecían en absoluto adictos a los dispositivos”.
Steve Jobs tenía una postura definida sobre el uso de dispositivos móviles por parte de los menores. Según información publicada por el portal Terra, el fundador de Apple consideraba que los niños no deberían usar teléfonos móviles antes de los 12 años. Para él, era fundamental que los menores priorizaran experiencias y actividades recreativas que fomentaran su desarrollo integral antes de introducirse en el mundo digital.
Esta filosofía estaba alineada con las prácticas que Jobs implementaba en su vida familiar. En su hogar, durante las cenas, prohibía el uso de cualquier pantalla, prefiriendo conversaciones centradas en el intercambio de ideas y el fortalecimiento de los vínculos familiares.
Su enfoque subraya la importancia de equilibrar la tecnología con las interacciones humanas, especialmente en la etapa formativa de los niños, y sigue siendo una referencia en el debate sobre el impacto de los dispositivos móviles en la infancia.
El enfoque de Steve Jobs hacia la tecnología y los menores
Steve Jobs no estaba solo en este enfoque. Otros líderes de la industria tecnológica, como Chris Anderson, exdirector de Wired, y Dick Costolo, exdirector de X, también implementaron restricciones en el uso de dispositivos electrónicos en sus hogares. Anderson llegó a declarar que había impuesto controles estrictos para evitar que sus hijos desarrollaran una relación perjudicial con la tecnología, mientras que Costolo permitía el uso de dispositivos solo bajo supervisión.
Estos casos han reavivado el debate sobre la edad apropiada para introducir a los niños al uso de móviles. Expertos coinciden en que esta decisión debe considerar factores como la madurez del menor, la supervisión parental y el propósito del uso del dispositivo.
El uso de teléfonos celulares en niños puede tener efectos negativos significativos, especialmente en el entorno escolar. Según pediatras y psicólogos, el uso excesivo de estos dispositivos afecta la concentración, ya que los constantes estímulos dificultan la capacidad de mantener la atención en tareas específicas. Esto puede derivar en problemas de rendimiento académico y en una dependencia a estímulos inmediatos.
Además, el uso temprano de celulares puede interferir en el desarrollo de habilidades sociales esenciales. Los niños que pasan más tiempo con dispositivos tienden a limitar las interacciones cara a cara, lo que afecta su capacidad de comunicarse y relacionarse en entornos reales, promoviendo el aislamiento.
Expertos sugieren limitar su uso antes de los 12 años, periodo crítico para el aprendizaje y la socialización. Restringir los dispositivos en escuelas ha demostrado mejorar tanto la concentración como la interacción entre pares.