Nace una nueva forma de controlar un auto: usando un Apple Watch. Tesla mostró como funcionará esta integración, que le permitirá a los usuarios realizar diferentes acciones desde su reloj inteligente para acceder a su vehículo eléctrico.
Este enlace se da con el lanzamiento de la aplicación de Tesla para Apple Watch, que, a través de passkeys, le dará a los usuarios la opción de realizar ciertas acciones de manera encriptada y privada.
Si bien abrir un vehículo desde un teléfono móvil ya era una posibilidad, esta nueva funcionalidad ofrece un nivel adicional de comodidad y accesibilidad. Con un simple toque en la pantalla del reloj, los propietarios pueden desbloquear el coche, sin necesidad de buscar sus llaves o su teléfono móvil. Esta capacidad resulta especialmente útil en situaciones donde las manos están ocupadas, como al cargar bolsas de compras.
Cómo funciona la app de Tesla para Apple Watch
La tecnología passkey es el núcleo de esta nueva funcionalidad. Este sistema permite autenticar la identidad del propietario a través de una conexión encriptada, asegurando que solo las personas autorizadas puedan acceder al vehículo.
Los dispositivos Apple compatibles con passkey emplean hardware de banda ultraancha para comunicarse de manera eficiente con el coche, garantizando rapidez y seguridad en cada interacción.
El proceso es sencillo: una vez descargada la app desde App Store, el reloj sincronizado con el iPhone del usuario instala automáticamente la aplicación. Con ella, no solo se puede desbloquear el vehículo, sino también acceder a múltiples controles que antes solo estaban disponibles desde la app del teléfono móvil.
La app para Apple Watch ofrece una variedad de características diseñadas para facilitar la vida de los conductores de Tesla:
- Desbloqueo del vehículo: la función más destacada, que permite abrir el coche acercando el reloj y tocando un botón.
- Control de climatización: enciende o ajusta la calefacción o el aire acondicionado para preparar el vehículo antes de entrar.
- Acceso al maletero: abre el maletero con un toque, ideal para momentos donde las manos están ocupadas.
- Supervisión de la batería: consulta en tiempo real el estado de carga del vehículo desde la pantalla del reloj.
- Funciones de seguridad: envía alertas si hay objetos detrás del vehículo mientras se maniobra marcha atrás.
Además, la aplicación permite reproducir clips grabados por las cámaras del modo centinela directamente en el teléfono móvil. Esta función, destinada a la seguridad, está especialmente diseñada para ofrecer tranquilidad en situaciones como estacionamientos públicos.
Este lanzamiento coincide con una actualización más amplia en el ecosistema de Tesla. Los usuarios también podrán enviar direcciones al vehículo desde diferentes apps, controlar la reproducción multimedia desde el reloj, encender luces o el claxon remotamente, y manejar funciones avanzadas como abrir o cerrar el techo panorámico.
Incluso es posible activar el modo “Summon”, que permite mover el coche en estacionamientos estrechos para facilitar el acceso.
Tesla ha integrado estas funciones en una actualización OTA (Over-the-Air), una característica que permite a sus vehículos mantenerse al día con las últimas innovaciones tecnológicas sin necesidad de visitas al taller.
Tesla cree que los niños no tendrían que aprender a conducir
Tesla predice que el futuro de la conducción autónoma está en que “los niños probablemente nunca tendrán que aprender a conducir”. Este planteamiento, publicado en X, refleja la apuesta de la compañía liderada por Elon Musk por un mundo donde los vehículos automatizados sean la norma.
Sin embargo, la afirmación generó opiniones divididas entre quienes elogian la visión y quienes defienden la conducción como una experiencia irremplazable.
Los vehículos Tesla ya integran sistemas avanzados como Autopilot y Full Self-Driving (FSD), que permiten realizar tareas complejas bajo supervisión humana. A pesar de su innovación, estas tecnologías enfrentan cuestionamientos sobre su seguridad. En 2024, la NHTSA inició una investigación que afecta a 2.4 millones de vehículos por accidentes en condiciones de baja visibilidad, además de obligar a Tesla a realizar múltiples actualizaciones de software y llamados a revisión.
Mientras Elon Musk planea lanzar un robotaxi sin volante ni pedales en 2026, el desarrollo de la conducción autónoma sigue bajo estricta supervisión regulatoria.