Cuatro claves para evitar que el cargador se sobrecaliente y cause problemas en el teléfono

El uso de cargadores defectuosos que se sobrecalientan durante el proceso de carga de un teléfono móvil es una amenaza significativa para la seguridad del dispositivo y del usuario. En los últimos años, se han reportado casos de daños en baterías y, en situaciones extremas, incendios provocados por un mal manejo de los accesorios de carga.

El sobrecalentamiento ocurre cuando el cargador o el dispositivo excede la temperatura normal de funcionamiento por diversas causas, como el uso prolongado, componentes defectuosos o condiciones ambientales adversas.

Prevenir esta situación es esencial para garantizar la seguridad y prolongar la vida útil del teléfono. Así que se presentan varias claves fundamentales para evitar que el cargador se sobrecaliente y cause problemas.

La selección del cargador correcto es uno de los factores más importantes para prevenir el sobrecalentamiento. Los fabricantes de dispositivos electrónicos diseñan cargadores específicos para cada modelo de teléfono y el uso de accesorios no originales puede provocar incompatibilidades técnicas.

Estos productos, aunque más económicos para el usuario, suelen carecer de certificaciones de seguridad y mecanismos de protección contra sobrecargas, que sí tienen los cargadores originales.

Por esta razón, adquirir cargadores originales o de marcas reconocidas garantiza que el dispositivo reciba la cantidad adecuada de corriente y voltaje. Además, es importante verificar que el cargador cuente con certificaciones como CE, UL o FCC, que aseguran que el producto cumple con los estándares de seguridad.

Dejar el teléfono conectado al cargador durante varias horas, especialmente durante la noche, es una práctica común que puede aumentar el riesgo de sobrecalentamiento.

Aunque muchos dispositivos modernos cuentan con sistemas que detienen la carga una vez que la batería está llena, factores como el desgaste del cargador o el uso de enchufes defectuosos pueden incrementar la temperatura.

Es necesario desconectar el teléfono una vez que alcance el 100% de carga. En caso de cargar durante la noche, utilizar un cargador inteligente con tecnología de desconexión automática puede ser una solución segura.

Además, colocar el dispositivo en una superficie dura y bien ventilada, ayuda a disipar el calor generado durante el proceso de carga y evita problemas.

El lugar donde se carga el teléfono también influye en el riesgo de sobrecalentamiento. Cargar el dispositivo en superficies blandas como sofás, camas o cojines puede impedir la circulación de aire y aumentar la temperatura del cargador y del teléfono inteligente.

Asimismo, exponer el cargador a la luz directa del sol o colocarlo cerca de fuentes de calor, como radiadores u otros elementos incrementa el peligro.

Para evitar problemas, se debe cargar el teléfono en superficies planas y resistentes al calor, lejos de textiles inflamables. Si es posible, corroborar de que el área esté bien ventilada. También, es aconsejable evitar usar el teléfono mientras está conectado, porque esto genera calor adicional.

Reconocer señales de desgaste o mal funcionamiento en el cargador puede prevenir situaciones de riesgo. Entre los signos más comunes están:

• Los cables están desgastados.
• Conectores sueltos o dañados.
• Calentamiento excesivo incluso cuando no se está utilizando.

Ignorar estas advertencias puede derivar en cortocircuitos o incendios. Se debe inspeccionar el cargador regularmente y reemplazarlo si presenta daños visibles o si el teléfono tarda más de lo habitual en cargar.

Además, es esencial evitar enrollar los cables de forma apretada, porque esto puede provocar roturas internas que generen sobrecalentamiento. Siguiendo y adoptando estas prácticas garantizan una carga segura y prolonga la vida útil de todos los aparatos involucrados.