La mayoría de las personas están familiarizadas con el concepto de un testamento para heredar propiedades físicas o dinero, pero pocos saben que también es posible heredar recursos digitales como perfiles en redes sociales como Facebook, cuentas de correo electrónico como Gmail y suscripciones a plataformas streaming como Netflix.
Este desconocimiento deja en el aire decisiones fundamentales sobre qué ocurrirá con la identidad digital de una persona cuando muera, en especial si durante su vida estuvo inmersa en el mundo de la creación de contenido o tenía dinero o criptomonedas guardadas en billeteras digitales.
Por esta razón en países como España, el testamento digital se encuentra regulado por la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y de Garantía de los Derechos Digitales desde 2018, que permite que las personas decidan, de manera anticipada, el destino de su información. digital tras su deceso.
Qué es un testamento digital y cómo crear uno
El testamento digital es un documento en el que una persona detalla qué hacer con sus recursos digitales tras su fallecimiento. Estos recursos incluyen cuentas de correo electrónico, perfiles en redes sociales, contraseñas, dinero en plataformas digitales y suscripciones en servicios de streaming como Netflix.
Según la LOPD-GDD, el objetivo principal es garantizar que el testador tenga control sobre la gestión y el uso de su información digital, decidiendo si esta debe ser eliminada, conservada o cedida a una persona de confianza.
Para que este testamento sea válido, debe formalizarse ante un notario, de la misma manera que ocurre con los testamentos tradicionales. Sin este requisito, el documento carece de validez legal y, por tanto, las plataformas o servicios digitales pueden decidir unilateralmente qué hacer con la información de la persona fallecida.
Por qué se debe heredar las redes sociales
Los perfiles en redes sociales no solo son una fuente de recuerdos, sino también una parte integral de la identidad de una persona en la era digital. Facebook permite designar un contacto heredero que administra la cuenta tras el fallecimiento del titular, ya sea para convertirla en un memorial o eliminarla.
Sin embargo, sin un testamento digital claro, las familias suelen enfrentarse a complicaciones legales para acceder a estas cuentas, incluso en casos en los que solo desean preservar fotografías o mensajes.
Al incluir las redes sociales en un testamento digital, es posible garantizar que el legado digital quede en manos de las personas que mejor comprenden los deseos del fallecido.
Qué pasa con las plataformas streaming como Netflix
Plataformas como Netflix, Spotify o Amazon Prime forman parte del entretenimiento cotidiano de millones de personas. Sin embargo, estas cuentas suelen quedar inactivas tras el fallecimiento de su titular, porque los servicios están vinculados a datos personales y métodos de pago individuales.
Un testamento digital permite indicar si se desea transferir estas cuentas a un heredero, facilitando que los familiares puedan continuar usándolas sin problemas.
También, ayuda a evitar cobros innecesarios en servicios que ya no serán utilizados, ahorrando posibles complicaciones económicas a los familiares.
Cómo se regulan los testamentos digitales
La legislación española en materia de derechos digitales establece que cualquier persona puede decidir qué hacer con su información en plataformas digitales a través de un testamento formalizado ante notario.
Este documento no solo garantiza la protección de los derechos del testador, sino que también ayuda a evitar conflictos entre los familiares.
El incumplimiento de este trámite puede generar ambigüedades legales, porque muchas plataformas internacionales, como Google o Twitter, tienen políticas específicas que requieren documentación adicional para permitir el acceso o la eliminación de cuentas de usuarios fallecidos.
Qué beneficios tiene para los herederos
La principal ventaja del testamento digital es la tranquilidad que ofrece a los herederos. Con este documento, se evitan trámites complicados para acceder a cuentas importantes o eliminar información que podría ser sensible. Del mismo modo, se garantiza el cumplimiento de los deseos del fallecido, minimizando conflictos familiares y problemas legales.
Además, en un momento donde los bienes digitales tienen un valor cada vez mayor, desde criptomonedas hasta fotografías en la nube, el testamento digital asegura que este patrimonio no se pierde ni queda en el limbo legal tras el fallecimiento del titular.