Un informe reciente reveló una lista de 50 contraseñas que son más vulnerables a ser hackeadas por ciberdelincuentes, siendo un riesgo significativo por la costumbre que tienen muchos usuarios de crear una clave de seguridad para múltiples cuentas personales y empresariales.
El análisis, basado en 2,5 terabytes de datos de 44 países, incluyendo información filtrada en la dark web, muestra que combinaciones tan simples como “123456″ o “password” continúan liderando la lista de las contraseñas más hackeadas.
Este comportamiento, que ha persistido a pesar de innumerables advertencias de expertos en ciberseguridad, pone en riesgo la privacidad y los datos personales de millones de usuarios en todo el mundo.
Cuáles son las contraseñas más hackeadas y por qué son tan populares
El informe de NordPass revela que contraseñas como “123456″, “123456789″ y “password” son las más vulnerables. Estas combinaciones, que han encabezado el ranking durante años, son preferidas por su simplicidad y facilidad de recordar.
No obstante, esta conveniencia tiene un alto costo: estas contraseñas pueden ser descifradas en segundos por programas diseñados para realizar ataques de fuerza bruta. Además de estas, secuencias de teclado como “qwerty123″ y “111111″ se encuentran entre las más hackeadas.
La popularidad de estas contraseñas refleja una falta de educación en ciberseguridad. A pesar de las campañas de concienciación, millones de usuarios subestiman el riesgo que conlleva utilizar combinaciones tan predecibles, dejando sus cuentas expuestas a ataques.
Lista de contraseñas más hackeadas
El informe reveló 50 contraseñas que son muy fáciles de adivinar por ciberdelincuentes, entre las cuáles destacan:
- 123456
- 123456789
- 12345678
- password
- qwerty123
- qwerty1
- 111111
- 12345
- secret
- 123123
Por qué se sigue usando contraseñas fáciles de adivinar
La principal razón detrás del uso de contraseñas débiles es la comodidad. Muchas personas priorizan la facilidad de recordar sus claves sobre la seguridad, optando por patrones simples o información personal como nombres y fechas o años de nacimiento.
Esto es común en plataformas que no requieren autenticación multifactorial, donde el usuario siente menos presión para crear contraseñas complejas.
Además, la proliferación de servicios en línea ha llevado a las personas a reutilizar contraseñas en múltiples cuentas. Este hábito no solo incrementa el riesgo de ser víctima de un hackeo, sino también amplifica el impacto de una brecha de seguridad, permitiendo a los atacantes acceder a diversas plataformas con una sola contraseña.
Cuánto tiempo dura un ciberdelincuente en hackear una contraseña
El tiempo que toma descifrar una contraseña depende de su complejidad y de las herramientas utilizadas por los hackers. En el caso de las contraseñas comunes como “123456″ o “password”, estas pueden ser vulneradas en menos de un segundo utilizando ataques de fuerza bruta o diccionarios preconfigurados.
Estas herramientas aprovechan bases de datos de contraseñas filtradas para intentar combinaciones conocidas. Contraseñas que incluyen patrones predecibles, como secuencias numéricas o repeticiones de caracteres, también son fáciles de descifrar.
En contraste, contraseñas únicas y complejas (que combinan letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales) pueden requerir años de esfuerzo incluso con las herramientas más avanzadas, lo que las convierte en una barrera mucho más efectiva.
Cómo proteger una cuenta de correo o bancaria de ciberataques
El primer paso para mejorar la seguridad digital es crear contraseñas únicas y complejas para cada cuenta. Una buena práctica es utilizar combinaciones largas de al menos 12 caracteres, incorporando letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos.
Para facilitar la gestión de múltiples contraseñas, se sugiere el uso de administradores de contraseñas, que generan y almacenan claves seguras automáticamente.
También, habilitar la autenticación de dos factores (2FA) es crucial. Este método añade una capa adicional de protección, requiriendo un segundo medio de verificación, como un código enviado por mensaje de texto o una aplicación móvil. Por su parte, es esencial actualizar las contraseñas regularmente y evitar compartirlas o almacenarlas en lugares inseguros.