La visión de Mark Zuckerberg para Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, es ampliar su capacidad para prestar todos sus servicios actuales. Para lograrlo, la empresa planea construir un cable submarino de fibra óptica de más de 40.000 kilómetros que dará la vuelta al mundo.
Este proyecto, en el que se prevé invertir más de 10.000 millones de dólares, no solo revolucionará la infraestructura de datos, sino que también redefinirá las dinámicas del sector de las telecomunicaciones.
Cómo es el proyecto de un cable submarino de Mark Zuckerberg
El ambicioso cable será el primero completamente propiedad de Meta, marcando un hito en su estrategia de infraestructura. Actualmente, Meta comparte participación en 16 cables submarinos, incluyendo el proyecto 2Africa, que conecta múltiples regiones del continente africano.
Sin embargo, este nuevo cable se diferenciará al ser diseñado exclusivamente para cubrir las necesidades de la empresa, proporcionando una capacidad de transmisión única para soportar el tráfico generado por sus plataformas y servicios.
La ruta planificada traza un recorrido en forma de “W”, comenzando en la costa este de Estados Unidos, pasando por India y Sudáfrica, y regresando a la costa oeste de Estados Unidos a través de Australia. Este diseño no solo busca optimizar la conectividad global, sino también evitar áreas geopolíticamente tensas como el Mar Rojo, el Estrecho de Malaca y el Mar de China Meridional, puntos de fallo críticos donde los cables submarinos han sido dañados o saboteados en el pasado.
De acuerdo con el experto en cables submarinos Sunil Tagare, Meta inicialmente presupuestó 2.000 millones de dólares para este proyecto, pero el costo probablemente supere los 10.000 millones al completarse, dado el tiempo y la infraestructura requerida.
Se estima que su construcción llevará años, debido a la limitada disponibilidad de empresas especializadas como SubCom y a la alta demanda de estas capacidades por parte de gigantes tecnológicos como Google.
Por qué Meta necesita su propio cable
Meta no es ajena a los desafíos de conectividad global. Actualmente, sus plataformas representan un 10 % del tráfico fijo global y un 22 % del tráfico móvil, cifras que podrían aumentar significativamente con sus inversiones en inteligencia artificial y el metaverso.
Tener un cable submarino propio permitiría a Meta garantizar un acceso confiable y de alta calidad para sus usuarios en todo el mundo, especialmente en regiones con infraestructura limitada.
Además, un control total sobre el cable ofrecería ventajas significativas:
- Capacidad exclusiva: Meta no dependerá de terceros para manejar su tráfico de datos, mejorando la calidad del servicio y reduciendo costos operativos.
- Seguridad y control: el cable propio minimiza el riesgo de interrupciones causadas por conflictos geopolíticos o sabotajes, un problema recurrente en cables compartidos o gestionados por consorcios.
- Optimización de servicios: Meta podrá priorizar el tráfico para sus plataformas, como Facebook, WhatsApp e Instagram, además de sus crecientes iniciativas en IA.
Aunque el proyecto promete transformar el panorama de las telecomunicaciones, no está exento de desafíos. La industria de cables submarinos enfrenta una escasez de barcos especializados y largas listas de espera debido a la alta demanda.
Además, Meta deberá navegar posibles regulaciones, como las anunciadas recientemente por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos, que planea revisar las licencias de cables submarinos por primera vez en décadas, citando preocupaciones de seguridad nacional.
Por otro lado, la decisión de Meta de invertir en infraestructura propia refleja un cambio en la industria, donde gigantes tecnológicos como Google, Amazon y Microsoft buscan mayor independencia de los operadores de telecomunicaciones tradicionales.
Este movimiento estratégico responde a una realidad: las grandes empresas tecnológicas ahora generan una parte significativa del tráfico global de datos y necesitan garantizar la calidad y estabilidad de sus servicios.