Trucos para decorar todo el hogar en Navidad y ahorrar energía al mismo tiempo

La temporada navideña trae consigo alegría, reuniones familiares y, en muchos casos, un aumento en el consumo de energía. Las luces decorativas, figuras animadas y electrodomésticos que se mantienen encendidos durante más tiempo contribuyen a un incremento del precio de la factura eléctrica.

Entonces, el desafío para las familias consiste en mantener el espíritu festivo mientras se adopta un enfoque responsable en el uso de recursos. Decorar el hogar para Navidad no tiene por qué significar un consumo excesivo de luz.

Con algunos ajustes y el uso de alternativas más eficientes, es posible lograr un ambiente acogedor y luminoso sin comprometer el presupuesto de los próximos meses.

Una de las principales fuentes de consumo eléctrico en Navidad son las luces decorativas. Según Enel Colombia, optar por luces LED puede marcar una gran diferencia. Este tipo de iluminación consume hasta un 80% menos de energía en comparación con las bombillas tradicionales.

Aunque las luces LED tienen un costo inicial más alto que las convencionales, su durabilidad y bajo consumo las convierten en una inversión rentable a largo plazo. Además, estas luces generan menos calor, lo que las hace más seguras y reduce el riesgo de accidentes.

Para maximizar el ahorro, se pueden emplear temporizadores que programen el encendido y apagado automático de las luces, evitando que permanezcan encendidas durante horas innecesarias.

Los adornos eléctricos, como figuras animadas o árboles con iluminación integrada, también consumen energía. Una alternativa es elegir decoraciones que no requieren electricidad, como guirnaldas, coronas de flores naturales o manualidades hechas de materiales reciclados.

Si se prefiere usar adornos eléctricos, buscar aquellos que sean energéticamente eficientes y que indiquen su consumo en la etiqueta del producto. Reducir el número de elementos decorativos que dependen de electricidad también puede ser una estrategia efectiva para disminuir el gasto.

Un error común en muchos hogares es mantener enchufados dispositivos eléctricos que no se están utilizando, lo que genera un consumo de energía conocido como “energía fantasma”.

Desconectar cargadores, consolas de videojuegos, televisores y otros aparatos puede reducir significativamente el gasto energético.

Para simplificar este proceso, se pueden usar regletas con interruptores, que permiten desconectar varios aparatos al mismo tiempo con un solo botón. Este hábito no solo ayuda a ahorrar electricidad, sino que también prolonga la vida útil de los dispositivos.

En lugar de iluminar todo el exterior de la casa, enfócate en áreas específicas, como una ventana principal o el árbol de Navidad. Este enfoque no solo ahorra energía, sino que también puede resultar en una decoración más elegante y focalizada.

Hay que complementar la iluminación con elementos que no necesiten electricidad, como velas (de cera o LED recargables) y adornos brillantes que reflejen la luz natural o artificial. Este tipo de decoración añade calidez al ambiente sin generar un gasto energético adicional.

Involucrar a la familia en el proceso de decoración no solo fomenta la creatividad, sino que también crea conciencia sobre el consumo responsable de energía.

Hay que proponer actividades como fabricar adornos caseros con materiales reciclados o buscar maneras de optimizar la distribución de las luces.

Esta participación activa puede transformarse en una tradición familiar, donde todos contribuyan a reducir el impacto ambiental de las celebraciones. Además, enseñar a los más pequeños la importancia de la sostenibilidad les inculcará hábitos que perdurarán más allá de la temporada navideña.