La seguridad de las redes WiFi domésticas es un tema crítico que muchas familias pasan por alto, dejando la puerta abierta a ciberdelincuentes que buscan robar datos privados que luego sirven para realizar distintos tipos de fraudes.
Este problema crece con el aumento del uso de internet. Desde dispositivos inteligentes hasta aplicaciones bancarias, el acceso no autorizado a la red WiFi puede permitir a los atacantes interceptar comunicaciones, instalar malware o manipular sistemas domésticos conectados.
Es por esta razón que la configuración del router es crucial. Según un estudio del Fraunhofer Institute realizado en 2020, la mayoría de los routers domésticos en el mundo presentan vulnerabilidades graves. Las razones son la falta de actualizaciones del firmware y el uso de contraseñas inseguras.
Por qué es peligroso no actualizar el firmware del router
El firmware es el software interno que controla el funcionamiento del router. Sin actualizaciones regulares, este software puede quedar obsoleto y vulnerable a ataques.
Los fabricantes lanzan parches para corregir errores de seguridad detectados, pero si los usuarios no los instalan, dejan expuestas brechas que los ciberdelincuentes pueden aprovechar.
El estudio reveló que menos del 40% de los routers analizados no habían recibido una actualización en más de cinco años. Esto significa que muchas familias operan con dispositivos que tienen fallos conocidos y documentados, accesibles incluso para atacantes con conocimientos básicos.
Qué pasa si no se cambia la contraseña del WiFi
Cuando se instala un router, los proveedores suelen configurar contraseñas estándar que son fáciles de adivinar o que ya están registradas en bases de datos públicas. Si los usuarios no cambian esta contraseña, los atacantes pueden acceder a la red con un simple intento automatizado.
Los ciberdelincuentes suelen usar técnicas conocidas como “fuerza bruta” o “ataques de diccionario” para adivinar contraseñas. Si estas no han sido modificadas, el acceso a la red se vuelve casi inmediato.
Esto no solo compromete la conexión, sino que también pone en riesgo la información de dispositivos conectados, como laptops o smartphones.
Dónde ubicar el router de WiFi para que sea más seguro
Aunque puede parecer un aspecto menor, la ubicación física del router puede influir en la vulnerabilidad de la red. Colocarlo cerca de ventanas o en áreas accesibles desde la calle permite que la señal se extienda fuera del hogar, facilitando que los atacantes la detecten y la ataquen.
Además, si el router está ubicado lejos de los principales dispositivos conectados, los usuarios suelen desactivar medidas de seguridad, como el cifrado WPA3, para mejorar la señal. Esto crea una paradoja: al intentar optimizar la conexión, se sacrifica la protección, lo que deja la red más expuesta.
Cómo crear una contraseña segura para la red WiFi
Establecer una contraseña segura es uno de los pasos más sencillos y efectivos para proteger la red. Usar una combinación de al menos 12 caracteres, incluyendo letras mayúsculas, minúsculas, números y símbolos. Las frases largas y aleatorias también son útiles, proque son más difíciles de descifrar.
Además, es fundamental evitar contraseñas obvias, como nombres de familiares o fechas de nacimiento, y cambiarlas periódicamente.
También, es necesario desactivar el SSID visible, para que el nombre de la red no sea fácilmente detectable por dispositivos cercanos.
Qué otras medidas tomar para proteger la red
Existen otras prácticas que refuerzan la seguridad de una red WiFi. Activar el cifrado WPA3 es crucial, porque ofrece una protección avanzada contra intentos de acceso no autorizado. Si el router no soporta este estándar, hay que considerar la compra de uno más reciente.
Otra medida es deshabilitar funciones como el acceso remoto o el WPS (WiFi Protected Setup), que pueden ser explotadas por atacantes. También, es útil crear una red separada para dispositivos invitados o gadgets inteligentes, de modo que cualquier vulnerabilidad en estos no comprometa la red principal.