BMW usa robots con IA en su fábrica para hacer el trabajo de humanos y con mayor precisión

Imaginar a un robot humanoide llegar a una fábrica en Carolina del Sur, Estados Unidos, a trabajar como ensamblador de piezas metálicas del chasis de un auto, ya es una realidad y BMW Group y Figure lo están haciendo posible con la creación de un dispositivo que busca transformar la eficiencia y producción industrial.

Se trata del Figure 02, un robot que ya está siendo probado en fábricas de la empresa de vehículos y ha obtenido resultados positivos en términos de tiempo de trabajo y efectividad en el ensamblaje de piezas.

BMW está integrando la robótica humanoide en sus fábricas como parte de su estrategia para avanzar hacia la digitalización y sostenibilidad. El centro de este proyecto es el Figure 02, que ya ha sido sometido a pruebas en la planta de Spartanburg.

Durante estas pruebas, el robot realizó tareas clave en el ensamblaje de chasis, logrando manejar con precisión más de 1.000 piezas diarias. Este rendimiento es siete veces más preciso y cuatro veces más rápido que sus predecesores.

Además de mejorar la eficiencia, el objetivo de integrar robots humanoides como el Figure 02 es liberar a los trabajadores de tareas repetitivas y físicamente exigentes, mejorando tanto la seguridad como la productividad en la línea de producción.

Según Milan Nedeljkovic, miembro del Consejo de Administración para Producción de BMW AG, “los avances en robótica humanoide son prometedores, y queremos acompañar su desarrollo desde las primeras pruebas hasta la industrialización total”.

El Figure 02 cuenta con movilidad bípeda e imita la postura y movimiento humano, lo que le permite operar en entornos industriales diseñados para trabajadores. Equipado con manos robóticas de cuarta generación, puede manipular objetos con una fuerza y destreza similares a las humanas. Su capacidad para realizar tareas complejas a dos manos, como insertar piezas en fijaciones específicas, lo diferencia de los robots tradicionales de brazos multieje que han dominado las fábricas durante décadas.

El robot también cuenta con un sistema avanzado de visión compuesto por seis cámaras RGB de alta precisión, lo que le permite identificar y posicionar componentes con exactitud milimétrica. Su batería, con una capacidad de 2,25 kWh, proporciona un 50 % más de autonomía que el modelo anterior, el Figure 01, permitiendo largas horas de operación sin interrupciones.

Además, gracias a su inteligencia artificial (IA), el Figure 02 puede aprender nuevas tareas y adaptarse a diferentes entornos, lo que lo convierte en una herramienta extremadamente versátil y autónoma, ya que también tiene la capacidad de mantener conversaciones simples con operarios, facilitando una integración más fluida en los entornos industriales.

A todo esto se suma la capacidad para cargar hasta 20 kilogramos y desplazarse a una velocidad de 1,2 metros por segundo.

Por ahora, BMW ha utilizado las pruebas iniciales para evaluar cómo estos robots pueden adaptarse a las condiciones reales de una fábrica. Aunque todavía no hay una fecha definida para su implementación a gran escala, ambas compañías están trabajando en optimizar el diseño del robot para ampliar su uso en diferentes fases de la producción automotriz.

La llegada de estos dispositivos también cuenta con una mirada ecológica. La implementación del Figure 02 también busca la optimización de recursos y la reducción de desperdicios, que son beneficios directos de la automatización avanzada, lo que apoya la transición hacia procesos más ecológicos. Además, la precisión y velocidad del robot ayudan a minimizar errores humanos, reduciendo costos y tiempos de producción.

Otro punto clave en a inclusión de robots humanoides son implicaciones sociales importantes. Aunque estos robots están diseñados para complementar, no reemplazar, a los trabajadores humanos, su creciente autonomía genera dudas sobre el futuro del trabajo y la necesidad de reentrenar a la fuerza laboral para colaborar con estas nuevas tecnologías.