Millones de usuarios de Microsoft han reportado problemas al intentar utilizar las plataformas de Outlook y Teams, herramientas esenciales en miles de empresas privadas y públicas en todo el mundo. Estos reportes terminaron en una falla global que tiene trabajando aún más a la compañía dirigida por Satya Nadella.
Una vez se puso en conocimiento la caída, la compañía ha estado informando por sus canales oficiales sobre varias medidas internas que se están generando para contrarrestar el problema. De hecho, piden que cualquier error nuevo lo avisen por el centro de administración general de Microsoft un canal que tiene cada compañía de manera directa.
Entre otros servicios afectados se ha nombrado a Exchange Online y a la funcionalidad del calendario en Microsoft Teams.
“Hemos comenzado a revertir el cambio y estamos evaluando qué acciones adicionales son necesarias para mitigar el problema”, escribieron en sus redes sociales.
Errores de alerta como que el servicio está “caído”, con dificultades para iniciar sesión, enviar o recibir correos y problemas de sincronización con dispositivos móviles, fueron algunas de las alertas iniciales que se reportaron a Microsoft y en el sitio global DownDetector.
Esta situación ha generado preocupación entre los usuarios, quienes dependen de estas aplicaciones para sus actividades diarias. Microsoft continúa investigando para ofrecer una solución lo más pronto posible.
Por el momento, solo se sugiere estar al tanto de los comunicados oficiales de Microsoft y en su red social X de Microsoft 365 donde están anunciando cada solución que se implementó para mejorar el servicio a nivel global.
Algo muy valioso es obviar cualquier ayuda de terceros porque podría estar en peligro la infraestructura de las empresas y los datos privados. Una ayuda no oficial es el peor consejo durante estos casos corporativos, independientemente del tamaño de la compañía.
El error global de Microsoft que puso en pausa al mundo: CrowdStrike
CrowdStrike fue el centro de atención a mitad del año 2024, tras una actualización de su plataforma que provocó una interrupción masiva en sistemas informáticos a nivel mundial, afectando gravemente a Microsoft.
La falla dejó a millones de usuarios enfrentándose a la temida “pantalla azul de la muerte”, lo que impidió el uso de sus dispositivos durante varias horas.
El impacto de esta interrupción fue significativo, afectando a diversos sectores como aeropuertos, bancos, sistemas ferroviarios, y medios de comunicación en todo el mundo. Aeropuertos internacionales de gran envergadura, como el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (LAX), Heathrow en Londres, Frankfurt, Sidney, Hong Kong, Dubai y Tokio Narita, experimentaron retrasos y caos, con largas filas de pasajeros. En algunos casos, como en un aeropuerto de India, se recurrió a tarjetas de embarque escritas a mano debido a la imposibilidad de utilizar los sistemas digitales.
Las aerolíneas estadounidenses Delta, United y American Airlines se vieron obligadas a suspender temporalmente sus operaciones, lo que generó un efecto dominó en el tráfico aéreo global. Además, empresas de diversos sectores reportaron pérdidas significativas de productividad y, en algunos casos, pérdidas financieras debido a la falta de acceso a datos y sistemas críticos.
CrowdStrike informó que el problema fue identificado y aislado, y que se implementó una solución. Sin embargo, el portal de Azure, encargado de monitorear la falla, aún no confirmaba que el problema estuviera completamente resuelto, por lo que agudizó la problemática en el momento.
La situación ha puesto de manifiesto la dependencia global de los sistemas digitales y la vulnerabilidad ante fallas tecnológicas de gran escala. La interrupción no solo afectó a empresas y servicios esenciales, sino que también mostró la importancia de contar con planes de contingencia robustos para mitigar el impacto de tales incidentes en el futuro.