Récord histórico de ciberataques en todo el mundo y las pérdida de billones de dólares de las empresas en 2025

La creciente sofisticación de los ciberataques y la vulnerabilidad de las organizaciones frente a estas amenazas han desencadenado una situación alarmante a nivel global.

Según datos recientes del Foro Económico Mundial y organizaciones de ciberseguridad, nueve de cada diez organizaciones sufrieron al menos un ataque cibernético en el último año.

También, las cifras proyectadas indican que los costos relacionados con la ciberdelincuencia podrían alcanzar los 10,5 billones de dólares anuales para 2025.

Con el cierre del tercer trimestre de 2024, se encontró un aumento significativo en el volumen y la intensidad de los ciberataques.

Las estadísticas son contundentes: cada organización enfrenta en promedio: 1.876 intentos de intrusión semanales, lo que representa un incremento del 75% con respecto al mismo periodo de 2023.

Las amenazas no solo son más frecuentes, sino también más complejas. El uso de modelos de lenguaje y aplicaciones basadas en inteligencia artificial, ha permitido a los ciberdelincuentes diseñar ataques personalizados y mucho más difíciles de detectar.

Esta evolución está marcando un punto de inflexión en la ciberseguridad global, planteando desafíos nuevos para las empresas y los gobiernos.

La magnitud de las pérdidas proyectadas refleja el impacto de la ciberdelincuencia en las economías globales. Los costos asociados al crimen cibernético superarán los 10,5 billones de dólares anuales en 2025, una cifra superior al Producto Interno Bruto (PIB) de varias de las mayores economías mundiales.

Detrás de esta escalada de costos se encuentran factores como la interrupción de operaciones, pérdida de datos sensibles y el pago de rescates por ransomware. Además, las multas regulatorias y el daño reputacional amplifican las consecuencias económicas para las empresas.

Junto a este sombrío escenario, solo el 20% de las organizaciones está preparada para enfrentar un ciberataque, según un informe de Deloitte. Este dato destaca la necesidad urgente de invertir en prevención y mejorar la infraestructura de ciberseguridad.

Uno de los obstáculos más significativos en la lucha contra la ciberdelincuencia es la falta de profesionales capacitados en esta área.

Se estima que el sector empresarial enfrenta una escasez global de cerca de cuatro millones de expertos en ciberseguridad, lo que limita la capacidad de las organizaciones para implementar estrategias efectivas.

Sin embargo, se proyecta que el número de trabajadores en esta área aumentará un 32% entre 2024 y 2032, en un esfuerzo por reducir esta brecha.

La demanda de profesionales no solo incluye técnicos especializados, sino también, líderes que comprendan las dinámicas de las amenazas digitales, que puedan integrar la ciberseguridad en las decisiones estratégicas de las organizaciones.

Un aspecto destacable en los resultados de este año es el aumento de intrusiones en los sistemas de tecnología operacional, fundamentales para sectores críticos como la manufactura, energía y transporte.

Aunque muchas empresas están adaptando sus estructuras de liderazgo y tecnologías para proteger estos sistemas, la persistencia de vulnerabilidades en OT representa riesgos para la continuidad operativa.

El phishing y el ransomware continúan liderando la lista de ataques más comunes, afectando tanto a usuarios finales como a organizaciones.

Los errores humanos, como la apertura de enlaces maliciosos o la instalación de aplicaciones comprometidas, siguen siendo una de las principales puertas de entrada para los ciberdelincuentes.

Estas tácticas permiten a los atacantes acceder a datos sensibles, desde información financiera hasta registros confidenciales de clientes, lo que puede paralizar las operaciones de una empresa y generar pérdidas económicas irreparables.

Expertos coinciden en que la prevención es clave para mitigar el impacto de los ciberataques. Sergio Oroña, CEO de Sparkfound, un centro de monitoreo y prevención de ciberdelitos en Latinoamérica, enfatiza: “Ante el crecimiento de la cantidad de ciberataques las organizaciones deben contar con una estrategia preventiva para evitar desastres”.

Estas medidas incluyen la capacitación continua del personal, el fortalecimiento de los sistemas de defensa cibernética y la adopción de enfoques proactivos como el monitoreo constante y la actualización de protocolos de seguridad.