Las influencers se han convertido en protagonistas clave de las redes sociales, transformando la forma en que las marcas interactúan con sus audiencias. Sin embargo, su rol está lejos de ser plenamente aceptado. Un reciente estudio en Brasil, México, Argentina y Colombia reveló que el 60% de los latinoamericanos desconfía de los influenciadores digitales.
Según la investigación de Quiddity, agencia de datos, y Jolie, agencia de marketing de influencers, este nivel de desconfianza se compara con grupos históricamente controversiales como los sindicatos, con un 57% de desconfianza.
Este hallazgo demuestra la percepción ambigua hacia los creadores de contenido y pone de manifiesto los retos que enfrentan tanto ellos como las marcas que los utilizan como canal principal de comunicación.
Por qué los latinos desconfían de los influencers
El auge de los influencers no ha sido lineal ni libre de polémicas. Según el estudio, muchas audiencias consideran que los influencers proyectan superficialidad y una conexión excesivamente transaccional con las marcas.
Más de la mitad de los encuestados identifica la falta de autenticidad como una de las razones principales de su desconfianza. Por ejemplo, el 54% afirma que un influencer pierde credibilidad cuando parece promover productos solo por dinero, mientras que un 47% señala que un discurso prefabricado o guionado genera desconfianza.
A pesar de todo este panorama, 9 de cada 10 latinoamericanos (89%) admiten haber descubierto un producto o servicio gracias a las recomendaciones de un influencer, y un 67% ha concretado una compra debido a estas recomendaciones. Demostrando la ambigüedad y lo imprevisible que son las redes sociales: aunque los creadores de contenido despiertan dudas, ellos logran influir significativamente en los comportamientos de consumo.
Otro motivo por el que los usuarios no tiene total credibilidad en los influencers es su vida personal. Según el estudio, el 90% de los encuestados opina que las polémicas protagonizadas por los creadores de contenido afectan negativamente la imagen de las marcas con las que están asociados. Por otro lado, el 75% considera que los escándalos de las marcas también repercuten en la percepción de los influencers.
Todo esto se suma a las curvas de crecimiento y descenso que viven los creadores de contenido, quienes tienen el reto de estar continuamente enganchando a su audienca con contenido, ya que 8 de cada 10 encuestados afirma haber dejado de seguir a un influencer, principalmente porque el contenido se volvió aburrido o poco original.
Esto demuestra que, aunque los influencers pueden captar la atención inicial con contenido novedoso, su éxito a largo plazo depende de su capacidad para mantenerse relevantes y auténticos. Algo que las marcas deben tener presente, para saber cuándo es el momento para apostar por uno de ellos y cuánto tiempo debe durar esa relación.
Finalmente, el estudio destaca que no todos los sectores se ven favorecidos por esta ola de contenido digital. Por ejemplo, las industrias de entretenimiento, cuidado del hogar y viajes son las más receptivas al influencer marketing, mientras que sectores como la salud y las finanzas muestran una mayor cautela debido al impacto potencial de una recomendación equivocada.
Este análisis sectorial permite a las marcas ajustar sus estrategias para aprovechar mejor el poder de los influencers en los nichos donde generan mayor valor.
Cuál es el valor actual de los influencers para las marcas
El estudio identifica el engagement como el principal valor que los influencers aportan a las marcas. En un entorno donde el 43% de los encuestados señala a los influencers como los principales validadores de recomendaciones en redes sociales, su impacto en la decisión de compra resulta evidente. Este porcentaje asciende al 49% entre la Generación Z.
Además, el 67% de los consumidores que han comprado productos gracias a influencers reportan niveles altos de satisfacción con sus compras. Esto sugiere que, a pesar de la desconfianza, existe una conexión emocional y un sentido de credibilidad que trasciende las percepciones iniciales negativas cuando el contenido se percibe como genuino y alineado con los intereses de la audiencia.
La autenticidad se posiciona como el eje central de la relación entre influencers y sus seguidores. El estudio revela que los seguidores valoran la coherencia entre el influencer y la marca que promueve, destacando que cuando el contenido parece forzado o desalineado con los valores del creador, se pierde la conexión con la audiencia.
Para el 79% de los consumidores, las recomendaciones que incluyen experiencias personales y describen los atributos de los productos generan mayor confianza. Este tipo de contenido no solo fortalece el vínculo emocional entre los influencers y sus comunidades, sino que también impulsa la credibilidad de las marcas que representan.