Cuáles son las carreras universitarias que no conviene estudiar en 2025, según la IA

A medida que se acerca el final de 2024, miles de estudiantes en todo el mundo enfrentan una de las decisiones más importantes de sus vidas: elegir qué carrera universitaria cursar, más aún cuando la tecnología y las tendencias del mercado laboral generan dudas sobre cuáles tienen menor proyección.

La inteligencia artificial con herramientas como ChatGPT y Gemini de Google, puede ser clave para analizar tendencias y predecir cambios, ofrece una perspectiva valiosa sobre qué programas académicos podrían no ser rentables en 2025.

Con esta información, los estudiantes tienen la oportunidad de tomar decisiones más informadas y evitar carreras con un retorno de inversión bajo. Por esta razón, aquí hay algunas de las preguntas más comunes relacionadas con este tema.

Carreras como contabilidad y administración empresarial figuran entre las más afectadas. Programas de software avanzados, como los de gestión financiera y sistemas de recursos humanos basados en inteligencia artificial, han reemplazado muchas de sus tareas.

Un caso similar ocurre con los asistentes legales, porque herramientas de procesamiento de lenguaje natural, como ChatGPT, están siendo utilizadas para redactar documentos legales básicos y realizar investigaciones jurídicas.

Aunque estas tecnologías no eliminan por completo la necesidad de expertos, reducen significativamente la demanda de profesionales en estas áreas.

El impacto de la automatización y la inteligencia artificial en el mercado laboral es evidente. Profesiones antes muy solicitadas que requieren tareas repetitivas están siendo reemplazadas por programas de software y sistemas inteligentes.

La alta competencia en estos campos y los bajos sueldos promedio en comparación con otras áreas emergentes son factores clave para que estas carreras pierdan atractivo.

Además, las universidades en muchas partes del mundo no han actualizado sus currículos para abordar las nuevas demandas del mercado, dejando a los egresados con habilidades poco alineadas con las necesidades actuales.

Esta desconexión entre la educación y la realidad laboral es una de las razones por las cuales estas profesiones podrían ser menos viables en los próximos años.

Las humanidades han experimentado una disminución constante en su matrícula durante la última década. Carreras como filosofía, literatura o historia enfrentan dificultades para justificar su relevancia económica en un mercado laboral que valora más las habilidades técnicas y aplicadas.

Sin embargo, esto no significa que estas disciplinas sean irrelevantes. Muchos expertos argumentan que las habilidades de pensamiento crítico y análisis que ofrecen son fundamentales.

Aun así, la falta de empleos directamente relacionados y los bajos salarios promedio colocan a estas áreas en una posición vulnerable.

La saturación de profesionales en áreas como derecho y psicología es otro factor a considerar. Aunque son carreras con alta demanda en muchas regiones, la cantidad de egresados supera ampliamente las oportunidades laborales disponibles.

Esto genera una competencia feroz que, en algunos casos, reduce los salarios y las posibilidades de desarrollo profesional. En países de América Latina, el número de abogados supera con creces la capacidad del sistema judicial para emplearlos, lo que obliga a muchos a buscar trabajos en áreas no relacionadas.

En el caso de psicología, la popularidad del programa ha llevado a que muchos egresados tengan dificultades para encontrar plazas bien remuneradas sin una especialización avanzada.

Ante estos desafíos, muchas universidades están adoptando modelos educativos más flexibles, que combinan disciplinas tradicionales con habilidades tecnológicas.

Algunas entidades educativas manejan programas que integran humanidades con ciencia de datos o derecho con ciberseguridad, para preparar a los estudiantes para un mercado más dinámico.

También, se promueve la importancia de las certificaciones adicionales y los cursos en línea para complementar los conocimientos adquiridos en la educación superior.