El consumo energético en los hogares es una preocupación por las crecientes tarifas eléctricas, que junto a la tendencia del uso intensivo de dispositivos electrónicos, ha aumentado el presupuesto necesario de una familia para subsanar este servicio esencial.
De acuerdo con estudios recientes, el costo promedio de la electricidad para un hogar puede superar los 1.400 dólares anuales, según datos de la Administración de Información de Energía de EE. UU.
Esta cifra se ve influida por el uso constante de electrodomésticos, dispositivos conectados y sistemas de climatización, elementos que se han vuelto esenciales en la vida moderna, pero existen métodos simples, económicos y comprobados para reducir el consumo energético, permitiendo un ahorro anual de más de 100 dólares.
Qué aumenta el consumo de energía en el hogar
Uno de los principales contribuyentes al gasto energético son los dispositivos conectados en modo de espera. Estudios indican que el consumo de los aparatos que continúan consumiendo electricidad así no esten en uso, representa entre el 5% y el 10% del uso total de energía en el hogar.
Esto puede traducirse en un gasto de entre 50 y 200 dólares al año, dependiendo de la cantidad de dispositivos y la tarifa energética local.
Los dispositivos más comunes que consumen energía en modo de espera incluyen: televisores, consolas de videojuegos, ordenadores, impresoras y cargadores de teléfonos inteligentes.
Un televisor de pantalla plana puede consumir hasta 10 vatios en modo de espera, mientras que una consola de videojuegos puede llegar a usar entre 1 y 8 vatios cuando no está en uso.
Cómo reducir el consumo de energía en el hogar
Para mitigar este consumo innecesario, la solución más eficaz y simple es desconectar los dispositivos que no se están utilizando. Sin embargo, una alternativa más conveniente es el uso de regletas inteligentes.
Estos dispositivos pueden apagar automáticamente los aparatos conectados cuando no están en uso, reduciendo significativamente el consumo en espera.
Un estudio realizado por la Agencia Internacional de Energía (AIE), sugiere que el uso de regletas inteligentes puede ahorrar hasta 100 dólares al año en la factura de energía. Estas regletas detectan cuando un aparato ha sido apagado y cortan automáticamente el suministro de energía, evitando el consumo pasivo.
Cómo evitar que los electrodomésticos consuman más energía
Una estrategia clave para reducir el consumo es optimizar el uso de electrodomésticos de alto consumo, como lavadoras, secadoras y lavavajillas. Programar estos aparatos para que funcionen durante las horas de menor demanda eléctrica, cuando las tarifas pueden ser más bajas, puede tener un impacto significativo en la factura mensual.
Además, utilizar programas de baja temperatura en lavadoras y ajustar la temperatura de los calentadores de agua a un nivel óptimo (alrededor de 49°C), también puede generar ahorros considerables.
Un informe de la Comisión de Energía de California destaca que, una lavadora moderna de alta eficiencia puede reducir el consumo de agua y energía en un 25% y un 30%, respectivamente, en comparación con modelos más antiguos.
Qué herramientas permiten el ahorro de energía en el hogar
El uso de bombillas LED en lugar de las tradicionales incandescentes es otro método eficaz de ahorro. Las bombillas LED utilizan hasta un 80% menos de energía y tienen una vida útil mucho más larga.
Según el Departamento de Energía de EE. UU, cambiar cinco de las bombillas más utilizadas en un hogar por versiones LED puede ahorrar alrededor de 75 dólares al año en costos de energía.
Asimismo, aprovechar al máximo la luz natural durante el día y apagar las luces en habitaciones vacías, son hábitos simples pero efectivos para reducir el consumo.
También, ajustar la temperatura del termostato durante el día, especialmente cuando no hay nadie en casa, contribuye a un menor uso de sistemas de calefacción y aire acondicionado.