El nuevo documental de Netflix, ‘Los niños perdidos’, relata la impactante y conmovedora historia de la búsqueda de cuatro niños indígenas de 13, 9, 4 años de edad y 11 meses, quienes lograron sobrevivir 40 días en la selva colombiana tras un accidente aéreo que cobró la vida de su madre y los demás adultos que iban a bordo.
En una entrevista exclusiva con Infobae, Orlando von Einsiedel, director de la producción y ganador dos veces de un Premio Oscar, compartió detalles sobre la realización de este proyecto y destacó cómo la unión entre el conocimiento ancestral indígena y la tecnología de las fuerzas militares fue esencial para localizar a los hermanos Mucutuy.
El documental, que se estrena el 14 de noviembre de 2024, muestra cómo los militares observaban con escepticismo los métodos de búsqueda empleados por los indígenas, mientras que estos últimos miraban con desconfianza los fusiles, brújulas y dispositivos tecnológicos que las fuerzas militares habían llevado a la selva ubicada entre Guaviare y Caquetá en Colombia.
“Creo que al inicio de esto había mucha desconfianza y mucha división entre los dos grupos, entre las Fuerzas Especiales del ejército y los voluntarios indígenas que participaron en la búsqueda. Nadie quería colaborar. Nadie confiaba en los demás. Cada grupo creía que el otro estaba equivocado en su forma de actuar”, explicó von Einsiedel.
El documental explica que este recelo se debía a una historia de décadas de diferencias y desconfianza entre ambas partes, lo que convirtió la cooperación inicial en un reto en sí mismo.
Sin embargo, a medida que pasaban los días y los esfuerzos por encontrar a los niños se intensificaban, la situación cambió. von Einsiedel describió cómo las circunstancias llevaron a ambas partes a reconocer la necesidad de trabajar juntas.
“Desde una perspectiva externa, para mí, este es uno de los aspectos más inspiradores de toda esta historia: que dos grupos con décadas de desconfianza y malentendidos entre ellos pudieran unirse, trabajar juntos y empatizar entre sí para alcanzar un objetivo común: encontrar a los niños”, reflexionó el director.
Papel de las redes sociales en la búsqueda de los niños
Orlando von Einsiedel destacó que las redes sociales desempeñaron un papel crucial para el éxito de la búsqueda de los niños.
“Por un lado, mantuvieron la presión sobre las autoridades; personas de todo el mundo estaban profundamente interesadas en lo que sucediera con esos niños y lo demostraron en las redes sociales. Al final, eso tiene un impacto, porque las autoridades saben cuán importante es esto”, afirmó.
Además, dijo que las redes sociales sirvieron para que la familia sintiera el apoyo de muchas personas en Colombia y en todo el mundo.
Cómo fue capturar lo inhóspito de la selva colombiana
El documental incluye imágenes reales de la búsqueda y muestra escenas de la selva a la que se enfrentaron los niños: serpientes, insectos, tigres y densas capas de vegetación, entre otros desafíos. Von Einsiedel admitió que capturar la naturaleza inhóspita de la selva no fue tarea sencilla.
“Nuestro primer rodaje fue en Araracuara. En menos de una hora, nuestro operador de sonido ya estaba sufriendo un golpe de calor, y filmar en un entorno así resultó ser un desafío inmenso. Realizamos múltiples rodajes en lugares donde los insectos y la humedad eran constantes”, agregó.
“Cada vez que nos sentíamos agotados, cansados y estresados, nos recordábamos a nosotros mismos: ¿pueden imaginar lo que pasaron esos cuatro niños? Ellos no tenían protección contra los mosquitos, ni agua, ni comida, ni las comodidades que nosotros teníamos”, reflexionó.
Otro desafío: fake news
Uno de los desafíos que destacó el director de Los niños perdidos fue la tarea de diferenciar entre noticias falsas y hechos reales durante la creación del documental. La búsqueda de la veracidad se volvió un proceso complejo en un entorno donde la información circula rápidamente y no siempre es precisa.
El director subrayó la responsabilidad adicional que implica ser un cineasta extranjero abordando historias fuera de su propio contexto socioeconómico. “Cada vez que hago una película en un país diferente al mío, conlleva una gran responsabilidad”, explicó.
Para garantizar una representación fiel de la historia, fue fundamental establecer asociaciones. En este caso, el director trabajó de la mano de un codirector colombiano, Jorge Durán, quien cuenta con décadas de experiencia en el campo.
La colaboración fue esencial para interpretar y entender la información y, sobre todo, para discernir entre datos confiables y rumores infundados. “Dependimos en gran medida de su conocimiento y perspectiva para asegurar que lo que mostrábamos en pantalla fuera tanto periodística como factualmente correcto”, señaló el director.