La transición global hacia tecnologías sostenibles ha impulsado la creación de innovaciones que transforman el confort en los hogares y la eficiencia energética, siendo una alternativa a dispositivos domésticos conocidos como el aire acondicionado o los sistemas de calefacción.
Una de estas invenciones es el sistema de climatización conocido como suelo radiante, que permite la regulación de la temperatura de espacios interiores de casas, apartamentos o edificios, mediante el uso de energía ambiental.
A continuación, se presenta cómo funciona esta nueva tecnología, que se está implementando en varias partes del mundo, junto con entender cómo contribuye al ahorro de energía.
Cómo funciona la tecnología que reemplaza al aire acondicionado
El sistema de suelo radiante funciona distribuyendo frío o calor a través de una red de tuberías instaladas bajo la superficie del suelo. Este método aprovecha el calor latente en el entorno para proporcionar una climatización uniforme en toda la estancia, mejorando la experiencia de los habitantes.
Además, minimiza el polvo en suspensión, un factor beneficioso para la salud respiratoria de los integrantes de una familia, porque reduce la cantidad de partículas que se levantan con los sistemas de ventilación forzada.
Por su parte, en muchos países europeos, el suelo radiante se ha consolidado como el estándar de calidad en climatización. Su capacidad para proporcionar una temperatura constante sin las fluctuaciones que generan los sistemas convencionales de aire acondicionado o calefacción ha contribuido a su popularidad.
En qué se diferencia esta tecnología de un aire acondicionado
A diferencia de los aires acondicionados que producen corrientes de aire frío y ruidosas, el suelo radiante ofrece un ambiente más silencioso y confortable, ideal para quienes buscan un hogar tranquilo y acogedor.
El funcionamiento de esta tecnología no solo se limita a la calefacción; su aplicación en refrigeración es igual de eficiente. En verano, el sistema permite que las superficies emitan frío de manera uniforme, sin los golpes de aire frío que suelen acompañar a los aires acondicionados.
Esto se traduce en un entorno más natural y menos propenso a cambios bruscos de temperatura, contribuyendo al bienestar de los residentes.
Dónde se ha comprobado esta tecnología de climatización
Un caso destacado de la efectividad del suelo radiante se presentó en un proyecto desarrollado en Arabia Saudita, donde las temperaturas suelen superar los 40 grados centígrados.
Sunthalpy, la empresa a cargo del proyecto, implementó un sistema de climatización radiante que logró una reducción del consumo energético superior al 65% en comparación con los sistemas de aire acondicionado convencionales. Este ahorro se traduce en una menor demanda de electricidad, que implica beneficios tanto económicos como a nivel ambiental.
Por su parte, la implementación de este sistema en condiciones climáticas extremas evidenció su capacidad para proporcionar una refrigeración más confortable y sin las molestias habituales de los aires acondicionados, como el ruido y la corriente de aire.
Qué ventajas tiene para la salud y el medio ambiente
El suelo radiante no solo representa una mejora en términos de confort, sino que también ofrece ventajas considerables para la salud de toda la familia.
La falta de corrientes de aire y la distribución homogénea de la temperatura reducen la proliferación de alérgenos y partículas en el aire, lo que mejora la calidad del aire interior. Este aspecto es especialmente crucial para familias con niños y adultos que padecen asma o algún tipo de alergia.
Desde una perspectiva medioambiental, la adopción de esta tecnología contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, porque requiere menor cantidad de energía para funcionar en comparación con los sistemas de climatización tradicionales
Así que, en un contexto global donde la sostenibilidad es un tema cada vez más urgente, el suelo radiante puede ser una alternativa que puede marcar la diferencia en el uso de recursos energéticos.