Tom Hanks se hace más joven gracias a la inteligencia artificial para su próxima pélicula

El estreno de Here, la próxima película de Tom Hanks dirigida por Robert Zemeckis, marca un antes y un después en la industria cinematográfica gracias al uso de la inteligencia artificial. La cinta, basada en la novela gráfica de Richard McGuire, traslada a los espectadores a un viaje a través del tiempo, explorando un hogar en Nueva Jersey desde la prehistoria hasta un futuro distante.

Lo que realmente destaca de esta producción es el uso de IA para rejuvenecer a Hanks y a Robin Wright, permitiéndoles representar a sus personajes desde la adolescencia hasta la vejez, sin recurrir a actores diferentes ni a métodos tradicionales de maquillaje.

El rejuvenecimiento de los protagonistas en Here se llevó a cabo utilizando tecnología desarrollada por Metaphysic, una empresa de efectos visuales especializada en la transformación facial en tiempo real.

Este sistema se basa en modelos de machine learning que fueron entrenados con una gran cantidad de datos de películas antiguas de Hanks y Wright, abarcando diversos movimientos faciales, texturas de piel y condiciones de iluminación. Gracias a esta base de datos extensa, la IA es capaz de mapear los rasgos faciales de los actores y transformarlos instantáneamente, eliminando la necesidad de meses de trabajo en postproducción que solían requerirse con la técnica tradicional de CGI.

Durante el rodaje, el equipo utilizó dos monitores: uno mostraba a los actores tal como se veían en tiempo real, mientras que el otro reflejaba sus versiones rejuvenecidas en las edades requeridas por cada escena.

Esta tecnología permitió que el proceso creativo fluyera de manera mucho más eficiente y redujo considerablemente los costos de producción, que de lo contrario habrían sido comparables a los de una película de Marvel.

El uso de técnicas digitales para alterar la edad de los actores no es un fenómeno nuevo. Desde los experimentos iniciales con Patrick Stewart e Ian McKellen en X-Men: la batalla final en 2006, hasta las escenas rejuvenecidas de Harrison Ford en Indiana Jones y el dial del destino, la industria ha explorado diversas maneras de recrear la juventud de sus estrellas.

Sin embargo, estos métodos, en sus inicios, eran criticados por resultar artificiales y poco convincentes. Películas como El irlandés de Martin Scorsese, que rejuveneció digitalmente a Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci, provocaron comentarios encontrados: aunque el tratamiento eliminaba arrugas, la corporalidad de los actores traicionaba su verdadera edad.

La llegada de la IA ha supuesto un cambio radical. A diferencia de los enfoques anteriores que requerían la manipulación cuadro por cuadro, la tecnología de Metaphysic es capaz de realizar estas transformaciones al instante, analizando los puntos clave del rostro y aplicando variaciones de edad entrenadas previamente. Este avance hace que las actuaciones rejuvenecidas sean más naturales y menos robóticas, una crítica que solía acompañar a las primeras aplicaciones de esta tecnología.

A pesar de los avances tecnológicos, la expansión del uso de IA en el cine no está exenta de controversia. SAG-AFTRA y otras uniones de actores y escritores han manifestado su preocupación por el impacto de la IA en la industria, especialmente cuando se utiliza para recrear o modificar digitalmente a los intérpretes.

Mientras algunos ven esta tecnología como una herramienta que podría prolongar la carrera de los actores, otros la perciben como una amenaza que podría reducir las oportunidades de empleo para nuevos talentos.

La legislación en California ya regula el uso de la imagen de actores fallecidos, un paso necesario después de que películas como Furiosa: A Mad Max Saga y Alien: Romulus emplearan IA para revivir a personajes interpretados por Richard Carter e Ian Holm, respectivamente.

La creciente aceptación de estas técnicas podría llevar a que la recreación digital se convierta en la norma, algo que, como señaló Robert Downey Jr., despierta inquietudes. En una entrevista, el actor expresó que instruiría a su familia para que impidiera cualquier uso de su imagen después de su muerte sin consentimiento.