Siete cosas que debes evitar hacer con un celular Android: puede dejar de funcionar en poco tiempo

El uso cotidiano de un teléfono Android puede parecer sencillo y rutinario, pero ciertos hábitos, muchas veces pasados por alto, pueden tener un impacto significativo en su rendimiento y durabilidad.

Desde acciones que comprometen la seguridad del sistema hasta prácticas que afectan la integridad física del dispositivo, es importante ser consciente de cómo el uso inadecuado puede derivar en problemas que acorten su vida útil y lo dejen inoperante en poco tiempo.

Identificar estas prácticas y corregirlas a tiempo es esencial para garantizar un funcionamiento óptimo y prolongado del teléfono. De esta manera, se presentan aspectos clave a evitar para mantener el dispositivo en las mejores condiciones posibles y prevenir daños que puedan resultar irreversibles.

Uno de los errores más comunes es utilizar cargadores de baja calidad o no certificados para recargar el teléfono. Estos dispositivos pueden no cumplir con los estándares de seguridad y entregar una corriente inadecuada, lo que puede dañar la batería y otros componentes internos.

Además, los cargadores genéricos o económicos pueden sobrecalentar el dispositivo, aumentando el riesgo de cortocircuitos y fallos irreversibles.

Descargar aplicaciones de fuentes no verificadas o ajenas a la tienda de Google Play puede poner en peligro la integridad del dispositivo. Estas aplicaciones pueden contener malware que compromete la seguridad del usuario y ralentiza el funcionamiento del sistema.

Es esencial verificar la legitimidad y reputación de las aplicaciones antes de instalarlas para evitar problemas de seguridad y fallos en el rendimiento del celular.

Tener un gran número de aplicaciones instaladas y archivos acumulados puede saturar el almacenamiento interno del teléfono, provocando lentitud y bloqueos.

La falta de espacio libre puede impedir que el sistema operativo se actualice correctamente y realizar tareas básicas, lo que eventualmente lleva a fallos. Una medida segura es gestionar el almacenamiento de periódicamente, eliminando datos y aplicaciones innecesarias.

Las altas y bajas temperaturas pueden afectar negativamente el rendimiento de un dispositivo Android. Las altas temperaturas pueden causar que la batería se hinche, lo que no solo daña el teléfono, sino que también representa un riesgo de incendio o explosión.

Por otro lado, las bajas temperaturas pueden provocar que la batería se descargue rápidamente y afecte la pantalla y otros componentes internos. Es esencial proteger el teléfono de exposiciones prolongadas a climas extremos.

Posponer o ignorar las actualizaciones del sistema operativo y de seguridad es una práctica que puede tener consecuencias graves para el rendimiento y la seguridad del dispositivo.

Estas actualizaciones no solo aportan mejoras y nuevas funciones, sino que también corrigen vulnerabilidades críticas que son explotadas por ciberdelincuentes. Mantener el sistema operativo y las aplicaciones al día evita problemas de funcionamiento y riesgos de seguridad.

El uso de carcasas o fundas protectoras que no son adecuadas para el modelo del dispositivo puede limitar la ventilación y provocar un sobrecalentamiento. Esto puede afectar la batería y los circuitos internos con el tiempo.

También, algunos protectores de pantalla de baja calidad pueden reducir la sensibilidad táctil y la visibilidad, afectando la experiencia de uso y la interacción con el dispositivo.

Cargar el teléfono durante la noche es una práctica habitual para muchos, pero puede dañar la batería a largo plazo. Las baterías de iones de litio no están diseñadas para permanecer al 100 % de carga por periodos prolongados, lo que genera un desgaste prematuro.

Es preferible desconectar el cargador cuando el dispositivo alcance la carga completa o utilizar cargadores inteligentes con función de corte automático.