Si tienes cuentas en Gmail que ya no usas, esto es lo que debes hacer para evitar robos y estafas

En la era digital, es común que las personas acumulen cuentas en múltiples plataformas en línea, desde servicios de correo electrónico hasta redes sociales y tiendas virtuales. Muchas de estas cuentas, creadas en diferentes etapas de la vida, pueden quedar inactivas con el tiempo.

Este abandono no es inofensivo: las cuentas olvidadas representan un riesgo considerable para la seguridad personal y la privacidad de los datos privados. El problema de mantener cuentas de Gmail y otras plataformas en desuso radica en la cantidad de información personal que estas almacenan.

Direcciones, números de teléfono, contactos, archivos, entre otros, pueden ser fácilmente explotados si caen en manos equivocadas. Un escenario preocupante es que estas cuentas inactivas se convierten en objetivos atractivos para los cibercriminales, especialmente si alguna de las contraseñas asociadas ha sido expuesta en filtraciones de datos.

El principal peligro de las cuentas de Gmail en desuso es su vulnerabilidad ante ciberataques. Si una cuenta inactiva ha sido comprometida en una brecha de seguridad y el usuario no lo sabe, los atacantes pueden acceder sin restricciones a información privada y potencialmente sensible.

Este tipo de acceso puede permitir a los delincuentes usar la cuenta para cometer fraudes, enviar correos de phishing o incluso suplantar la identidad del titular.

También, a lo largo de los años, las brechas de datos se han vuelto más comunes y masivas. Empresas de diversos sectores han reportado incidentes en los que millones de cuentas y sus credenciales han sido filtradas.

Los ciberdelincuentes, al obtener listas de contraseñas y direcciones de correo electrónico, pueden usar herramientas automatizadas para probar estas combinaciones en múltiples plataformas y, con frecuencia, logran resultados exitosos.

Junto a los riesgos relacionados con los ciberataques, muchas compañías siguen comiendo con la información de sus usuarios, incluso cuando las cuentas ya no están activadas.

Los datos almacenados pueden ser utilizados para publicidad dirigida o, en el peor de los casos, vendidos a terceros, lo que incrementa la exposición a estafas y otras amenazas.

La mejor medida para proteger la seguridad y privacidad en línea es eliminar las cuentas inactivas. Este proceso, aunque puede parecer laborioso, es una acción preventiva que ofrece importantes beneficios en términos de seguridad. A continuación, se detallan los pasos para manejar cuentas de correo inactivas:

1. Hacer un inventario de todas las cuentas de correo electrónico y otras plataformas en línea que ya no se usan.
2. Antes de eliminar una cuenta, hay que revisar su actividad para asegurarse de que no haya sido accedida recientemente de forma sospechosa.
3. Si se detecta que una cuenta inactiva ha sido objeto de un intento de acceso no autorizado, es fundamental cambiar la contraseña de inmediato.
4. Una vez confirmado que la cuenta está inactiva y no se necesita, proceder a eliminarla de manera definitiva. Google ofrece instrucciones claras para desactivar y borrar cuentas de Gmail.
5. Antes de eliminar una cuenta, se recomienda hacer una copia de seguridad de cualquier dato importante que pueda estar almacenado, como documentos, contactos o correos relevantes.

Mantener hábitos de ciberseguridad proactivos, tales como activar la autenticación en dos pasos (2FA) en las cuentas principales y revisar regularmente las configuraciones de seguridad.

Esta capa adicional de protección puede prevenir accesos no autorizados, incluso si un atacante obtiene la clave de seguridad del correo electrónico.

Por su parte, es útil limpiar periódicamente las cuentas activas y eliminar mensajes antiguos que contengan información personal o sensible. Cuanto menor sea la cantidad de datos sensibles almacenados en línea, menor será el riesgo en caso de un ataque.