Jeff Bezos lideró una ronda de inversión en Physical Intelligence, una startup que trabaja en el desarrollo de “cerebros” de IA para robots. La empresa se enfoca en diseñar modelos y algoritmos que permitan a los robots actuales y futuros dispositivos físicos funcionar de manera adaptable en diferentes entornos. La startup recaudó 400 millones de dólares, con la participación de OpenAI.
Fundada en 2023, ya había conseguido 70 millones de dólares en rondas iniciales y ahora busca expandir sus capacidades con inteligencia que pueda integrarse en diversos tipos de robots. Karol Hausman, cofundador, explicó a The New York Times que buscan desarrollar una inteligencia capaz de controlar múltiples máquinas.
El trabajo de la startup en la que invirtió Bezos
La startup Physical Intelligence, en la que Jeff Bezos ha invertido, está desarrollando un software llamado π0 (pi-zero), capaz de realizar múltiples actividades con precisión y autonomía, según afirma la empresa..
Este avance es innovador para los modelos de IA generalista en robótica, que hasta ahora no habían alcanzado este nivel de adaptabilidad. Aunque los ejecutivos de la empresa reconocen que π0 aún se encuentra en etapas tempranas, prevén que su evolución podría resultar en avances comparables a los de modelos de lenguaje como ChatGPT.
“Creemos que este es un primer paso hacia nuestro objetivo a largo plazo de desarrollar inteligencia física artificial, de modo que los usuarios puedan simplemente pedir a los robots que realicen cualquier tarea que quieran, al igual que pueden pedirle a los modelos de lenguaje grandes (LLM) y a los asistentes de chatbots”, explicaron en su página web.
Empresas como Amazon y Tesla han mostrado interés en estas tecnologías para reducir costos y optimizar procesos
Qué son los cerebros para robot
El término “cerebros para robots” se refiere a sistemas de inteligencia artificial diseñados para controlar las capacidades y comportamientos de los robots. Estos sistemas están compuestos por modelos y algoritmos de aprendizaje que permiten a los robots procesar información, tomar decisiones, adaptarse a diversos entornos y ejecutar tareas complejas de forma autónoma.
Por ejemplo, un robot doméstico con un “cerebro” de IA podría reconocer objetos, decidir cómo recogerlos y colocarlos en diferentes lugares, ajustando su respuesta en tiempo real según la situación y el entorno.
Los robots humanoides están llegando a los hogares
Las empresas están llevando la tecnología robótica al ámbito doméstico, con robots humanoides diseñados para ayudar en el hogar. Tesla presentó la última generación de Optimus, un robot bípedo que, según Elon Musk, puede realizar tareas como recibir paquetes, regar plantas, cuidar niños y colaborar en la cocina.
Musk ha indicado que el costo de Optimus oscilará entre 20.000 y 30.000 dólares y planea iniciar su producción masiva en 2026, esperando que sea accesible a largo plazo y más económico que un automóvil.
Por otro lado, Neo Beta, de la compañía 1X, es un robot humanoide bípedo diseñado exclusivamente para uso doméstico, en contraste con otros modelos enfocados en fábricas o atención al cliente.
Neo Beta fue concebido para ser seguro en entornos familiares, incluyendo la presencia de niños, y tiene como propósito ayudar con las tareas del hogar. 1X explicó que “NEO está diseñado para ser seguro al interactuar con personas y se producirá en masa en nuestra fábrica en Moss, Noruega”.
Este robot pesa 25 kg y fue diseñado desde cero para el mercado de consumo, tal como informó The Robot Report.
Robots humanoides en las fábricas de autos
En la planta de Spartanburg, Carolina del Sur, BMW utilizará la asistencia de Figure 02, un robot humanoide autónomo desarrollado por la empresa Figure, con sede en Sunnyvale, California.
Este robot mide 1.67 metros y pesa 20 kilos, y tiene la capacidad de manipular materiales de hasta 70 kilos. Además, integra modelos de inteligencia artificial de OpenAI, la compañía creadora de ChatGPT, para facilitar la comunicación con los humanos durante las operaciones de ensamblaje.