Qué pensarías si todo lo que conocemos, no fuera más que una simulación digital creada por una inteligencia superior. Lo que suena como una premisa de ciencia ficción, popularizada por la película Matrix, es hoy una idea que algunos científicos exploran con seriedad. Aunque esta hipótesis fue durante mucho tiempo un tema especulativo, relegado a la filosofía y la literatura, ahora encuentra un lugar en el ámbito científico gracias a teorías emergentes y a nuevos avances tecnológicos.
Uno de los principales defensores de esta teoría es Melvin Vopson, físico y profesor en la Universidad de Portsmouth. Este científico ha dedicado parte de su carrera a investigar la idea de que el universo que percibimos podría ser una simulación informática avanzada, una hipótesis que ha desarrollado en su libro Reality Reloaded.
Inspirado por las reflexiones filosóficas antiguas y la física moderna, Vopson sugiere que las leyes de la física podrían ser algoritmos diseñados, parte de un programa que controla cada aspecto de nuestra realidad.
Por qué nuestra realidad podría ser algo como Matrix
La teoría de un universo simulado plantea que la realidad que experimentamos podría ser en realidad una construcción digital, diseñada por alguna entidad de inteligencia superior. Según Vopson, todo lo que nos rodea, incluidas las leyes de la física, podría estar controlado por procesos informáticos en lugar de seguir principios fundamentales e intrínsecos de un universo natural. Esta hipótesis va más allá de la ciencia ficción y se apoya en principios científicos y físicos para intentar demostrar la existencia de esta simulación.
Vopson no está solo en esta teoría. Aunque no existe una mayoría científica que apoye la hipótesis de un universo simulado, otros científicos han mostrado interés en esta posibilidad, explorando patrones y anomalías en el universo que, según ellos, podrían indicar una estructura artificial subyacente.
Un aspecto clave en esta teoría es el fenómeno de la entropía en sistemas de información. En la física, la entropía es una medida del desorden de un sistema, que según la segunda ley de la termodinámica solo puede aumentar o permanecer constante. Sin embargo, en sistemas de información, Vopson ha observado que la entropía puede permanecer constante o incluso disminuir, algo que no sucede en los sistemas físicos tradicionales.
La infodinámica: una teoría de la entropía en sistemas de información
Para explicar este fenómeno, Vopson ha propuesto una nueva ley: la segunda ley de la infodinámica, inspirada en la segunda ley de la termodinámica, pero aplicada a la información en lugar de a la energía. Según esta teoría, la entropía de los sistemas de información tiende al orden en lugar de al desorden. Así, mientras que la materia y la energía tienden al desorden en un sistema aislado, la información tendría un comportamiento contrario, buscando el equilibrio y la organización.
Esta ley, conocida como la segunda ley de la infodinámica, plantea que en un universo simulado, la información no necesariamente se desorganiza con el tiempo; al contrario, podría tender hacia el equilibrio y la estructura.
Para Vopson, esta tendencia de los sistemas de información hacia el orden podría ser una prueba de que el universo es una simulación, ya que se requeriría de un mecanismo de optimización de datos para reducir la carga computacional y el espacio de almacenamiento que sostienen la simulación.
Otro concepto fundamental en esta teoría es el de la información como una fase de la materia. En su opinión, la información no es simplemente un dato abstracto, sino una forma de la materia, que sigue ciertas leyes y puede cambiar de fase como lo hace la materia tradicional. Así como la materia puede transformarse en energía, la información podría transformarse y reordenarse, algo que tendría sentido en un sistema diseñado artificialmente. Esto, según el físico, explicaría ciertas anomalías observadas en el universo y contribuiría a la hipótesis de un universo simulado.
Críticas y limitaciones de la teoría
A pesar del entusiasmo de Vopson y otros defensores de esta teoría, la hipótesis de un universo simulado enfrenta críticas significativas. Las pruebas de esta teoría son, hasta ahora, limitadas y en muchos casos especulativas. Inferir que el comportamiento de la información en sistemas cerrados es aplicable a sistemas abiertos, como la Tierra, plantea dudas sobre la validez de esta teoría.
Además, la idea de que la evolución biológica podría estar dirigida por un principio de orden informativo contrasta con el consenso científico, que atribuye las mutaciones y cambios evolutivos al azar y a la selección natural.
Para otros científicos, esta hipótesis también plantea un dilema ético y filosófico. La idea de que toda nuestra existencia podría ser una ilusión, diseñada por un ser superior o una civilización avanzada, nos confronta con preguntas fundamentales sobre la naturaleza de la realidad y el propósito de la vida humana.
Desde Platón y su Alegoría de la Caverna, la idea de que el mundo que percibimos es solo un reflejo de una realidad superior ha sido un tema de discusión en la filosofía. Sin embargo, para que esta teoría pase de la especulación filosófica a la ciencia, los investigadores como Vopson necesitarán pruebas concluyentes que puedan someterse a pruebas empíricas.