El casete ha resurgido en los últimos años, gracias en parte al interés de artistas contemporáneos como Taylor Swift, aunque sigue siendo un formato minoritario.
Durante los años setenta y ochenta, los casetes fueron el medio más utilizado para escuchar música en casa, pero fueron superados en los noventa por los discos compactos y, más tarde, en los 2000 por las plataformas streaming. Sin embargo, el casete parece resistir a su obsolescencia, en parte por su valor nostálgico.
Un informe de The New York Times destaca que el último álbum de estudio de Taylor Swift, ‘The Tortured Poets Department’, ha logrado vender aproximadamente 23.000 copias en casete hasta el 30 de junio del 2024. Este dato lo posiciona como el casete más vendido del año hasta esa fecha.
Al revisar la página oficial de mercancía de la artista, el casete del álbum aparece agotado, lo que subraya la popularidad del formato entre los fanáticos que se conocen como ‘swifties’.
A pesar de este modesto éxito, las ventas del casete siguen siendo pequeñas en comparación con otros formatos.
El álbum ha vendido 1.1 millones de copias en CD y 988.000 en vinilo, formatos físicos que aún superan ampliamente al casete. En cuanto al consumo digital, las cifras son aún más impresionantes: el primer sencillo del álbum, ‘Fortnight’, en colaboración con el rapero Post Malone, ha acumulado más de 482 millones de reproducciones en Spotify.
Aunque el casete no es un competidor serio frente a los formatos modernos, su permanencia en el mercado demuestra que aún tiene un nicho fiel, probablemente alimentado por el sentido de nostalgia y coleccionismo que atrae a ciertos consumidores.
Por qué los fanáticos siguen comprando casetes
Los casetes han mantenido su atractivo en gran parte gracias a las estrategias de los artistas, quienes añaden objetos especiales para aumentar su valor entre los coleccionistas y seguidores.
En el caso de Taylor Swift y su álbum ‘The Tortured Poets Department’, el casete incluye varios elementos exclusivos que lo hacen especialmente codiciado. Además de las 16 pistas del álbum, se incluye un bonus track titulado The Manuscript.
Entre los atractivos adicionales se encuentra una letra manuscrita que no aparece en ninguna otra versión del álbum, lo que añade un componente de exclusividad para los fanáticos más fieles.
También se incluyen fotos de colección nunca antes vistas, lo que refuerza el valor del casete como un artículo de edición limitada. El paquete se completa con una funda de casete de doble cara, que le añade un toque retro y coleccionable.
Este tipo de estrategias, que apelan al coleccionismo y al valor sentimental, han logrado que formatos físicos como el casete sigan siendo relevantes en una era dominada por la música digital.
Los retos del casete en la era digital
Uno de los principales desafíos que enfrenta el casete en la era digital es su falta de practicidad en comparación con las opciones modernas de reproducción de música.
Mientras que las canciones pueden reproducirse fácilmente en cualquier dispositivo inteligente a través de aplicaciones streaming, el casete requiere de un equipo específico, como grabadoras o reproductores, que se han vuelto obsoletos para la mayoría de los consumidores.
El declive en el uso de grabadoras de casete ha sido tan marcado que Consumer Technology Association (CTA), una organización comercial, dejó de monitorear las ventas de reproductores combinados de radio/casete/CD en 2016.
Según la CTA, en ese año se enviaron aproximadamente 653.671 unidades de estos dispositivos, una cifra que contrasta fuertemente con el probable pico de ventas alcanzado en 1994, cuando se estimó que se distribuyeron cerca de 25 millones de estas combinaciones de reproductores.
Este tipo de equipos, fundamentales para reproducir casetes, ya no forman parte del consumo masivo, lo que limita aún más la accesibilidad de este formato frente a la comodidad que ofrecen las plataformas digitales.
A pesar de ello, el casete continúa atrayendo a coleccionistas y fanáticos de artistas que buscan una experiencia musical más tangible y exclusiva.