La ciberdelincuencia se ha convertido en un tema delicado para los españoles, especialmente con el auge de la inteligencia artificial, que ha dado lugar a nuevas técnicas de fraude. Entre ellas, se encuentran imágenes, videos y audios hiperrealistas que se alteran y utilizan en llamadas telefónicas, correos electrónicos e incluso en redes sociales con el objetivo de estafar a las víctimas.
Un estudio reciente de la EAE Business School reveló que el 94% de los ciudadanos en España está profundamente preocupado por el impacto de la inteligencia artificial, particularmente por la creciente dificultad de diferenciar entre lo real y lo falso en internet.
Esta preocupación no está injustificada: las estafas online siguen siendo el delito más prevalente en el país europeo, con un crecimiento exponencial del 509% desde 2016, en relación con datos del Sistema Estadístico de Criminalidad y Ministerio del Interior.
Cómo los cibercriminales utilizan la IA para estafar
La Jefatura Superior de Policía de La Rioja en España ha advertido sobre una nueva modalidad de estafa que implica la manipulación de imágenes de viviendas mediante inteligencia artificial para ofrecerlas en alquiler.
Los estafadores publican anuncios en portales de compraventa o alquiler de inmuebles, presentando propiedades que no existen, no están disponibles o han sido modificadas digitalmente. Estos inmuebles suelen ofrecerse a precios atractivos, ligeramente por debajo del valor de mercado, lo que genera numerosas solicitudes de personas interesadas.
Una vez contactados, los delincuentes desvían las conversaciones a plataformas de mensajería instantánea fuera del portal, donde continúan las negociaciones.
Tras ganarse la confianza de las víctimas, argumentan que hay varios interesados en la propiedad y solicitan uno o dos meses de pago como concepto de reserva. Los interesados realizan el pago, pero días después, al no recibir noticias del supuesto propietario, descubren que han sido víctimas de una estafa.
Este es solo uno de los muchos casos en los que el uso de inteligencia artificial ha sido empleado en esquemas de fraude. La tecnología facilita la manipulación de imágenes, videos y audios, lo que permite a los delincuentes crear escenarios cada vez más convincentes para engañar a las víctimas.
Quiénes son las principales víctimas de las estafas en línea
El estudio realizado por la EAE Business School destaca que los jóvenes de entre 25 y 34 años (Millennials y Generación Z) son el grupo más afectado por las estafas en línea, representando un 61% de los casos de fraude o intentos de fraude.
Su elevado uso de la tecnología, ya sea para estudiar, trabajar o como ocio, los convierte en un blanco más vulnerable para los ciberdelincuentes. Según el profesor Jordi Ferrer Guillén de EAE Business School, esto es especialmente cierto en el caso de la Generación Z, que al ser nativa digital, consume, se informa y se comunica principalmente a través de redes sociales.
Por otro lado, el 60% de los españoles reconoce tener “poco o ningún” conocimiento sobre seguridad y protección de datos personales en línea, lo que refuerza la necesidad de educación y sensibilización en ciberseguridad.
Cómo saber si una foto ha sido alterada
Para saber si una foto ha sido alterada, se pueden seguir varios métodos y utilizar herramientas especializadas. Algunos pasos clave son:
- Revisar los metadatos: Los metadatos de una imagen (información sobre cuándo y cómo fue tomada) pueden dar pistas sobre si ha sido editada.
- Buscar inconsistencias visuales: Observar detalles como sombras, reflejos o bordes irregulares que no coincidan con la iluminación natural o la perspectiva de la imagen. Las ediciones pueden generar áreas borrosas, mal definidas o con coloraciones extrañas.
- Usar herramientas de análisis digital: Existen plataformas que permiten analizar imágenes para detectar manipulaciones. Estas herramientas buscan cambios en los niveles de compresión o patrones anómalos.
- Buscar la imagen en internet: Utilizar motores de búsqueda inversa de imágenes como Google Images puede ayudar a encontrar versiones originales de la foto, revelando si ha sido alterada o sacada de contexto.
Estos métodos combinados pueden ofrecer una buena idea de si una foto ha sido alterada o es genuina.