Cinco consejos que debes tener en cuenta antes de comprar electrodomésticos usados

Un aspecto a tener en cuenta es que los electrodomésticos antiguos suelen consumir más energía, lo que puede impactar las finanzas familiares a largo plazo

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Comprar electrodomésticos usados es una práctica económica por la que varias personas optan. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Comprar electrodomésticos usados es una práctica económica por la que varias personas optan. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La compra de electrodomésticos usados o de segunda mano es una opción atractiva para quienes buscan ahorrar dinero y adoptar prácticas más sostenibles. Sin embargo, al considerar la adquisición de productos como lavadoras, televisores, cafeteras o freidoras de aire, es fundamental tomar precauciones para evitar posibles problemas, como fallos posteriores o incluso estafas.

Uno de los primeros aspectos a tener en cuenta es comparar precios. Revisar el costo de modelos similares en el mercado de segunda mano y el precio de un aparato nuevo ayudará a determinar si la oferta realmente vale la pena.

Además de comparar precios y verificar el funcionamiento, es esencial analizar ciertos aspectos clave del electrodoméstico para asegurarse de que el precio sea acorde a lo que se está ofreciendo como la antigüedad, modelo, signos de desgaste, disponibilidad de repuestos y servicio técnico.

Es clave fijarse si el electrodoméstico cuenta con imperfecciones. Esto puede reducir aún  más su precio. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Es clave fijarse si el electrodoméstico cuenta con imperfecciones. Esto puede reducir aún más su precio. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Consejos para comprar un electrodoméstico usado

  • Comparar precios

Investigar y comparar precios de electrodomésticos similares en diferentes lugares ayuda a los compradores a identificar si el precio ofrecido es razonable. Si una oferta parece demasiado buena para ser verdad, puede ser una señal de alerta.

  • Considerar el ahorro de energía

Los electrodomésticos más antiguos suelen consumir más energía, lo que puede resultar en facturas de electricidad más altas a largo plazo. Al elegir un modelo eficiente energéticamente, los usuarios no solo ahorran dinero, sino que también contribuyen al cuidado del medio ambiente.

  • Tiendas seguras y de confianza

Comprar en tiendas reconocidas o de confianza reduce el riesgo de fraude. Estas tiendas suelen ofrecer garantías y un servicio al cliente adecuado, lo que proporciona mayor seguridad en la compra.

Es recomendable ser cauteloso si un electrodoméstico usado se ofrece a un precio muy bajo. (LG)
Es recomendable ser cauteloso si un electrodoméstico usado se ofrece a un precio muy bajo. (LG)
  • Comprobar su funcionamiento

Antes de finalizar la compra, es crucial que los compradores verifiquen que el electrodoméstico funcione correctamente, por más obvio que suene. Probar todas las funciones asegura que no haya problemas ocultos que puedan surgir más tarde.

Es clave examinar el estado físico del aparato, buscando señales de uso intensivo o desgaste, como arañazos, abolladuras o componentes flojos. Esto puede afectar tanto la estética como el rendimiento del dispositivo y debería reflejarse en el precio.

  • Intentar conseguir garantía

Siempre que sea posible, se recomienda buscar electrodomésticos que vengan con algún tipo de garantía, incluso si son de segunda mano. Esto proporciona tranquilidad y protección en caso de que surjan problemas después de la compra.

Siguiendo estos consejos, los compradores pueden tomar decisiones más informadas y minimizar el riesgo de estafas al adquirir electrodomésticos usados.

Entre más antiguo sea un electrodoméstico, más afectará el consumo energético del hogar. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Entre más antiguo sea un electrodoméstico, más afectará el consumo energético del hogar. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Qué tan seguro es comprar un electrodoméstico usado

Comprar un electrodoméstico usado puede implicar ciertos riesgos, aunque también puede ser una opción económica y sostenible. Uno de los principales riesgos es la posibilidad de que el electrodoméstico esté en mal estado o no funcione correctamente. Los compradores a menudo no pueden conocer el historial completo del artículo, lo que puede incluir problemas ocultos o daños no evidentes.

Otro riesgo es la falta de garantía. Muchos electrodomésticos usados no vienen con ningún tipo de cobertura, lo que significa que si surge un problema después de la compra, el comprador asumirá todos los costos de reparación o reemplazo.

Además, existe el riesgo de fraude al comprar a vendedores desconocidos, especialmente en plataformas de reventa o clasificados en línea, donde los artículos pueden ser mal representados o incluso ser falsificaciones.

Los compradores deben comprar el estado del electrodoméstico antes de comprarlo. (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los compradores deben comprar el estado del electrodoméstico antes de comprarlo. (Imagen Ilustrativa Infobae)

También está el riesgo relacionado con la eficiencia energética. Los electrodomésticos más antiguos pueden consumir más energía, lo que podría resultar en facturas de electricidad más altas a largo plazo.

Finalmente, algunos electrodomésticos usados pueden no cumplir con las normativas de seguridad actuales, lo que podría representar un peligro.

Por lo tanto, aunque es posible realizar compras seguras, es fundamental que los compradores se informen, verifiquen el estado del producto y consideren todos los riesgos antes de decidir.

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