Guía práctica para elegir la mejor freidora de aire y evitar accidentes en el hogar

El uso de las freidoras de aire, conocidas como “air fryer”, ha ganado una popularidad notable en todo el mundo, siendo indispensable para aquellos que buscan opciones más saludables y tiempos de cocción reducidos. Sin embargo, varios modelos de estos electrodomésticos han sido retirados del mercado en distintos países por problemas de seguridad.

Hace dos años, la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de Estados Unidos emitió una alerta para retirar al menos 700.000 freidoras de aire de diferentes marcas por fallas en el sistema eléctrico interno que podrían provocar incendios y quemaduras.

Frente a este escenario, es esencial saber cómo elegir una freidora de aire que no solo cumpla con tus expectativas culinarias, sino que también garantice la seguridad en tu hogar.

El primer factor a considerar es el tamaño de la freidora de aire. Las freidoras vienen en diferentes capacidades, desde pequeñas unidades de 1.5 litros hasta modelos más grandes que superan los 5 litros.

Si se cocina para una o dos personas, un modelo compacto será suficiente. Sin embargo, si se suele preparar comidas para una familia o para reuniones, es mejor una freidora con mayor capacidad.

Según la Consumer Product Safety Commission de Estados Unidos, los electrodomésticos de gran tamaño presentan un mayor riesgo si no se colocan en un lugar estable y con espacio adecuado para su ventilación. La recomendación es siempre dejar al menos 10 cm de espacio alrededor del aparato para evitar sobrecalentamientos.

Una freidora de aire debe estar fabricada con materiales duraderos y resistentes al calor. El acero inoxidable y los plásticos de alta calidad son preferibles. Hay que corroborar que el interior de la cesta de cocción tenga un revestimiento antiadherente de alta resistencia, lo que facilita la limpieza, y evita que las altas temperaturas degraden los materiales.

Expertos sugieren que siempre se verifique si la freidora cumple con las normativas locales de seguridad y calidad de electrodomésticos. Además, recomiendan evitar productos que no proporcionen información clara sobre los materiales empleados o que no incluyan sellos de calidad reconocidos.

También, al comprar una freidora de aire, se debe verificar las funciones de seguridad integradas. Buscar modelos que cuenten con apagado automático para evitar quemaduras accidentales en la familia.

El Centro Nacional de Protección contra Incendios de Estados Unidos recomienda elegir freidoras que dispongan de un termostato ajustable y una carcasa aislada, lo que reduce el riesgo de que las altas temperaturas generen incendios o quemaduras graves.

Una freidora de aire sucia no solo afecta la calidad de los alimentos, sino que también puede representar un riesgo de incendio. Los residuos de alimentos y el aceite acumulado pueden prenderse fuego con facilidad. Entonces, es importante elegir una freidora cuya cesta y componentes sean fáciles de desmontar y aptos para lavavajillas.

Se recomienda limpiar la freidora de aire después de cada uso y asegurarse de que esté completamente seca antes de volver a usarla. Del mismo modo, hay que evitar el uso de productos químicos agresivos que puedan dañar las superficies antiadherentes y causar un mal funcionamiento.

El lugar donde se ubique en la cocina juega un papel crucial en la seguridad. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España señala que: nunca se debe utilizar cerca de fuentes de agua, como fregaderos, porque el contacto con el agua puede provocar cortocircuitos o descargas eléctricas.

Asimismo, se recomienda no colocar el aparato en espacios cerrados, como estantes o armarios, durante su funcionamiento. Esto es vital para garantizar una ventilación adecuada y evitar sobrecalentamientos.

Además, un mantenimiento adecuado alargará la vida útil de la freidora de aire y ayudará a prevenir accidentes. Se debe inspeccionar periódicamente el cable de alimentación para verificar de que no esté dañado o desgastado.