Desactiva estas dos opciones para solucionar todos los problemas de la imagen del televisor

A pesar del auge de los celulares, los televisores inteligentes o Smart TV  continúan siendo el centro de entretenimiento para muchas familias alrededor del mundo, especialmente a la hora de disfrutar de películas, series, programas de televisión y videojuegos.

Sin embargo, la mayoría de los usuarios no están aprovechando al máximo la calidad de imagen que sus televisores pueden ofrecer, como consecuencia de configuraciones predeterminadas que, en lugar de optimizar, tienden a reducir el rendimiento visual.

Por esta razón, presentamos dos ajustes clave que se pueden hacer desde el control remoto del televisor, que al desactivarse, pueden mejorar significativamente la experiencia de visualización.

Los televisores han recorrido un largo camino desde los días en que las pantallas solo podían mostrar imágenes en blanco y negro y la selección de canales era limitada. En la actualidad, estos dispositivos no solo ofrecen alta definición, sino también resoluciones 4K e incluso 8K, con una gama de colores sorprendente y detalles nítidos.

Además, permiten la integración con aplicaciones de streaming como Netflix o Disney+, convirtiéndose en verdaderos centros multimedia. Pese a estas mejoras tecnológicas, es común que los usuarios se sientan insatisfechos con la calidad de imagen que obtienen.

La causa de este problema no siempre radica en el televisor en sí, sino en algunos ajustes que vienen activados de fábrica, es decir al momento de la compra.

Uno de los ajustes que, según expertos en tecnología, debería desactivarse es el modo de ahorro de energía. Este modo, diseñado para reducir el consumo de electricidad, suele estar activado de manera predeterminada en muchos televisores.

Aunque su intención es positiva (disminuir el uso de energía y prolongar la vida útil del televisor), en la práctica tiene efectos negativos en la calidad de la imagen.

Al activarlo, el televisor limita el brillo de la pantalla y, como resultado, los colores pierden viveza y saturación. Esto provoca que la experiencia visual sea menos envolvente, porque los tonos y contrastes no se perciben en su máximo esplendor.

Los televisores modernos están diseñados para ser energéticamente eficientes, por lo que desactivar esta opción no generará un consumo desmesurado. En cambio, los colores volverán a ser vibrantes, los detalles resaltarán y el brillo se ajustará de manera óptima para ofrecer una experiencia visual mucho más placentera.

El segundo ajuste que debe ser desactivado es el sensor de luz ambiental o ajuste automático de brillo. Esta característica está diseñada para adaptar el brillo de la pantalla según la iluminación del entorno en el que se encuentra el televisor. Si hay mucha luz en la habitación, el televisor aumentará el brillo; si está oscuro, reducirá la luminosidad.

En teoría, esta función parece útil, pero en la práctica puede ser más una molestia que una ventaja. En muchos casos, el ajuste automático no responde adecuadamente a los cambios de luz, lo que provoca que la imagen se vea demasiado oscura o demasiado brillante.

Desactivar el sensor de luz automático permite que el televisor mantenga un brillo constante y adecuado para cualquier tipo de contenido, sin importar las condiciones de iluminación de la habitación.

Esto no solo mejora la claridad de la imagen, sino que también permite una mejor visualización de detalles, como texturas y sombras, que son esenciales para una experiencia inmersiva al ver películas o jugar videojuegos.

Para desactivar ambos ajustes, el proceso es simple y está al alcance de cualquier usuario. Generalmente, solo es necesario acceder al menú de configuración del televisor, buscar la sección de imagen o pantalla, y desmarcar las opciones de modo ahorro de energía y sensor de luz automático.

En la mayoría de los televisores modernos, este procedimiento no toma más de un par de minutos y no requiere conocimientos técnicos avanzados. Una vez desactivados estos ajustes, los usuarios notarán de inmediato una mejora significativa en la calidad de la imagen.

Los colores se verán más vivos, los detalles más definidos y el brillo será constante, sin las fluctuaciones molestas causadas por el sensor de luz.