Al planificar unas vacaciones, la privacidad es uno de los factores más importantes para disfrutar de una experiencia tranquila. Sin embargo, en los últimos años, ha surgido una inquietante tendencia que ha comenzado a preocupar a los viajeros: el descubrimiento de cámaras ocultas en alojamientos de renta, particularmente en plataformas como Airbnb.
Aunque estos casos son una minoría, la posibilidad de ser grabado sin consentimiento ha aumentado la desconfianza y la necesidad de tomar medidas preventivas para garantizar la privacidad.
Esto producto a diversos informes como un estudio citado por Dailymail y llevado a cabo por Comparitech, que descubrió que uno de cada 132 alojamientos de Airbnb en Estados Unidos podría tener cámaras ocultas.
Por qué hay que estar pendientes de cámaras ocultas en Airbnb
La estadística de los estudios son alarmantes y refuerzan la importancia de ser proactivo al llegar a un alojamiento para evitar ser víctima de una violación de privacidad. Aunque Airbnb prohíbe el uso de cámaras en áreas privadas, hay propietarios que violan esta normativa, lo que puede resultar en experiencias perturbadoras para los huéspedes.
Puede que la mayoría de los alojamientos sean seguros, pero es esencial que los viajeros tomen precauciones adicionales, sobre todo en lugares donde podrían estar expuestos a vigilancia sin su consentimiento.
Cómo identificar cámaras ocultas en Airbnb
Detectar una cámara oculta puede parecer complicado, pero existen diversas estrategias y herramientas que pueden ayudar a los viajeros a proteger su privacidad. Uno de los métodos más simples y accesibles consiste en usar la cámara del teléfono inteligente.
Hay que apagar todas las luces de la habitación y usar la cámara para escanear destellos de luz violeta o blanca que indican la presencia de cámaras infrarrojas, ocultas en dispositivos de grabación nocturna. Esta técnica es especialmente efectiva cuando las cámaras están escondidas en objetos cotidianos, como relojes o detectores de humo.
Otra táctica útil para identificar cámaras ocultas es revisar detenidamente los objetos conectados a una fuente de energía. La mayoría de las cámaras necesitan estar enchufadas para funcionar, así que es recomendable prestar atención a dispositivos eléctricos que parezcan fuera de lugar.
Objetos como cargadores USB, regletas eléctricas o incluso detectores de monóxido de carbono con características inusuales, como conexión WiFi, podrían levantar sospechas.
Qué hacer al momento de entrar a un Airbnb
Una inspección visual detallada puede ser eficaz para identificar cámaras ocultas. Los viajeros deben estar atentos a objetos que no encajen con el entorno de la habitación, especialmente en zonas como baños, dormitorios o áreas donde se espera mayor privacidad.
Asimismo, elementos como espejos de doble cara o cables sospechosos pueden ser indicios de la presencia de un dispositivo de vigilancia oculto.
Los expertos recomiendan verificar los detectores de humo, lámparas o cualquier otro dispositivo que tenga una línea de visión directa hacia áreas privadas. Si algún dispositivo parece sospechoso, los viajeros deben desenchufarlo o cubrirlo con una toalla o prenda de ropa.
Por qué hay que tener cuidado con las redes WiFi
Se sugiere emplear aplicaciones diseñadas para detectar dispositivos conectados a redes WiFi cercanas. Una herramienta gratuita como AirPort Utility permite escanear el área en busca de redes inusuales.
Si se encuentran nombres extraños o desconocidos en la lista de redes disponibles, podría ser una señal de que hay dispositivos de vigilancia activos en el área.
Muchas cámaras ocultas requieren acceso a WiFi para transmitir o almacenar datos. Por tanto, cualquier red con un nombre peculiar o que no corresponda a las conexiones habituales del alojamiento debe ser investigada.
También, desconectar el WiFi del alojamiento momentáneamente puede ser una buena práctica para desactivar cualquier dispositivo que dependa de esta conexión para funcionar.