Desde el teletrabajo hasta el entretenimiento en línea, el acceso a un servicio confiable de internet se ha convertido en una necesidad básica en la mayoría de los hogares. Sin embargo, en ocasiones, la velocidad que los operadores publicitan no coincide con la que realmente experimentan los dispositivos.
Afortunadamente, medir la velocidad del internet en el hogar es un proceso sencillo, que no requiere un alto nivel de conocimiento técnico, ni tampoco pagos adicionales, lo que permitirá verificar si se recibe el servicio por el que se contrató.
A continuación, se explica paso a paso cómo realizar una medición precisa de la velocidad de internet, y algunos consejos para evitar posibles engaños de los operadores.
Cuál es la la herramienta adecuada para medir la velocidad del internet
Para comenzar, es fundamental utilizar una herramienta confiable que permita medir la velocidad de la conexión. Existen diversas opciones en línea que son gratuitas y de fácil acceso. Algunas de las más populares son:
- Speedtest by Ookla: Probablemente una de las herramientas más utilizadas a nivel mundial. Permite medir la velocidad de descarga (download), subida (upload) y el tiempo de latencia (ping) de la conexión a internet. Está disponible tanto en su versión web como en aplicaciones móviles.
- Fast.com: Desarrollada por Netflix, esta plataforma se especializa en mostrar la velocidad de descarga de conexión, ideal para quienes quieren comprobar el rendimiento del internet para servicios de streaming.
- Google Speed Test: Realiza una medición rápida y precisa directamente desde los resultados de búsqueda de Google, simplemente escribiendo “test de velocidad de internet” en el buscador.
Cuáles dispositivos desconectar para este proceso
Para obtener un resultado lo más preciso posible, es importante reducir cualquier interferencia que pueda alterar la medición de la velocidad. En la mayoría de los hogares, varios dispositivos están conectados al internet de manera simultánea (teléfonos móviles, tablets, consolas, etc.).
Para medir la velocidad correctamente, corroborar de que todos los dispositivos estén desconectados de la red o que no estén consumiendo ancho de banda.
Asimismo, si en el dispositivo se está ejecutando descargas, transmitiendo videos o utilizando aplicaciones que consumen internet, estos procesos afectarán la medición. Verificar de cerrar todas las aplicaciones que puedan estar utilizando la conexión mientras realizas la prueba.
Cómo mejorar la medición de la velocidad del internet
Aunque las pruebas de velocidad suelen realizarse a través de conexiones WiFi, para obtener resultados más fiables es recomendable conectarse directamente al router utilizando un cable Ethernet.
Esto eliminará posibles interferencias o pérdidas de señal que suelen ocurrir en las redes inalámbricas. Si esto no es posible, asegúrate de que estés cerca del router y de que no haya obstáculos físicos que afecten la señal Wi-Fi.
Por su parte, la velocidad de internet puede variar según la hora, principalmente por la congestión en la red. Es recomendable realizar varias pruebas en diferentes momentos, como por la mañana, al mediodía y al terminar el día.
De esta forma, se puede obtener una visión más completa de la velocidad del conexión y detectar si hay periodos de baja calidad en el servicio.
Cómo saber si el internet del hogar es rápido
Una vez realizada la prueba, cada usuario obtendrá tres datos clave:
- Velocidad de descarga (download): Mide la rapidez con la que se descargan los datos de internet a tu dispositivo. Este valor es especialmente importante si consumes mucho contenido en streaming o descargas archivos pesados.
- Velocidad de subida (upload): Indica la velocidad con la que se suben datos a internet. Es crucial para videollamadas, subir archivos a la nube o compartir contenido en redes sociales.
- Latencia o ping: Mide el tiempo de respuesta de la conexión. Un valor bajo es esencial para actividades como los videojuegos en línea o las videoconferencias.
Si los resultados obtenidos están significativamente por debajo de lo que te ofrece el proveedor de internet, es momento de tomar medidas. Hay que tener en cuenta que los contratos de internet suelen publicitar velocidades “hasta” un cierto valor, lo que significa que la velocidad máxima no siempre está garantizada.