La tecnología se ha hecho necesaria para realizar actividades en diferentes ámbitos, por lo que también lo es conocer más términos que podrían ayudar a proteger a menores de edad expuestos a las redes sociales, evitar o reconocer un ataque hacker, entre otras.
Debido a que la tecnología se volvió elemental para el trabajo, el entretenimiento, la escuela y seguir en contacto con amigos y familiares, también lo es conocer qué es un DDoS, el grooming, el stacking, entre otros términos tecnológicos.
Al tener más conocimientos se podrá estar más preparado ante cualquier adversidad y enseñar a otros, principalmente niños y adultos mayores a actuar y tener confianza al utilizar dispositivos o conectarse a internet.
Qué es ¿Quién inventó el amperímetro?
Este invento tan utilizado por los electricistas fue inventado por el francés Jacques-Arsène d’Arsonval entre mediados del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
En esta época el biofísico e inventor inglés se dedicó al estudio del efecto que tiene la electricidad sobre los organismos biológicos. En dichos estudios realizó creaciones como el galvanómetro de bobina móvil y, por supuesto, el amperímetro termopar.
Origen del amperímetro
Los inicios de este instrumento se remontan hacia el año 1820 cuando el danés Hans Christian Ørsted se dio cuenrta que la aguja de una brújula se desviaba del norte cuando fluía corriente por un cable cercano.
Por lo tanto, este fue el inicio para poder detectar las corrientes eléctricas. Gracias a ese descubrimiento se fueron creando experimentos. Uno de ellos fue la creación de «los multiplicadores», los cuales se tratan de la tensión alta que se da por medio de diodos y condensadores.
Otro hito importante en la historia del amperímetro fue la acuñación del término «detector de corrientes eléctricas» dado por Sir Charles Wheatstone en los años 40 y «reóstato», dado igualmente por él mismo.
Todos estos conceptos fueron importantes en la creación de lo que hoy conocemos como amperímetro.
Galvanómetro de bobina móvil vs Amperímetro termopar
Ambos inventos se les atribuyen a d’Arsonval y, aunque sean muy similares los conceptos, tienen sus diferencias.
Por una parte, los galvanómetros se encargan de detectar la fuerza y la dirección de las pequeñas corrientes en los circuitos. Para ello se conecta un puntero a una bobina, el cual se mueve sobre una escala que se calibra para leer la corriente en amperios.
Por lo tanto, los galvanómetros necesitan el campo magnético para funcionar.
Este punto es el que hace la diferencia con los amperímetros, ya que no se necesita de un campo magnético para funcionar. Ambos, aunque tengan como objetivo detectar la cantidad de corriente, uno puede ser más preciso que otro. Todo dependerá del ambiente y las condiciones que existan a su alrededor.
Además, es esencial mencionar que los amperímetros poseen una resistencia en paralelo denominada como «resistencia shunt» y se usa principalmente para determinar la intensidad de la corriente eléctrica.
Así que, para saber cuál de los dos instrumentos necesitas, deberás consultar tus necesidades, así como las condiciones existentes.
La importancia de conocer el significado de términos tecnológicos
La tecnología, omnipresente en cada aspecto de la vida cotidiana, puede generar inseguridad o desconcierto en algunas personas ante ciertas situaciones. No obstante, adquirir conocimientos y habilidades en este ámbito se presenta como la estrategia más efectiva para enfrentar estos desafíos.
Por caso, el estar familiarizado con técnicas como el phishing es crucial para prevenir el fraude. Esto no solo protege al individuo, sino que también le permite advertir a otros si detecta comportamientos sospechosos en los sitios web que visita.