Este es el error mortal que se comete con la lavadora o lavarropa y pocos lo saben

La compra de una lavadora es una inversión significativa en cualquier hogar, y elegir la correcta puede hacer la diferencia entre una experiencia de lavandería eficiente y una llena de frustraciones.

No obstante, un error común que muchos cometen al adquirir su primera lavadora es subestimar la importancia de conocer a fondo las necesidades de su hogar y las características del electrodoméstico.

Comprar una lavadora sin hacer una investigación adecuada puede llevar a problemas de rendimiento, mayor consumo de energía y un gasto innecesario a largo plazo.

Uno de los errores más frecuentes es no considerar el tamaño de la lavadora en función del espacio disponible. Según un estudio de Consumer Reports, organización independiente que evalúa productos de consumo, “uno de los problemas más comunes que enfrentan los compradores primerizos es no medir el área donde planean instalar la lavadora”.

Muchos usuarios adquieren lavadoras que son demasiado grandes para el espacio asignado, lo que puede resultar en complicaciones al momento de la instalación o en tener que devolver el producto.

Antes de comprar, es esencial medir con precisión el espacio disponible y asegurarse de que la lavadora seleccionada se ajuste sin problemas, permitiendo además la ventilación adecuada, especialmente si se trata de una secadora combinada.

Otro error común es pensar que más grande siempre es mejor. Puede ser tentador comprar una lavadora de alta capacidad para reducir el número de cargas, pero no siempre es necesario, especialmente para hogares pequeños.

Energy Star, una agencia especializada en el uso eficiente de la energía, advierte que comprar una lavadora de mayor capacidad de la que realmente se necesita puede resultar en un desperdicio significativo de agua y energía.

Para una familia pequeña, una lavadora de tamaño mediano (de 6 a 8 kilogramos) es suficiente. De hecho, adquirir una lavadora sobredimensionada puede aumentar los costos operativos, ya que la máquina utilizará más recursos, incluso si las cargas son pequeñas.

El impacto ambiental y los costos a largo plazo asociados con una lavadora deben ser factores clave en la toma de decisiones. Muchos compradores primerizos se sienten atraídos por precios bajos y promociones llamativas, sin darse cuenta de que una lavadora menos eficiente podría costarles más dinero a largo plazo.

Expertos recomiendan siempre buscar lavadoras con su sello de eficiencia energética, que garantizan que el electrodoméstico consuma menos agua y energía.

Las lavadoras con certificación Energy Star son hasta un 25% más eficientes en términos de energía y utilizan un 33% menos de agua que los modelos convencionales. Esto no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también se refleja en menores facturas de servicios públicos.

En el mercado existen dos tipos principales de lavadoras: de carga frontal y de carga superior, y muchos compradores no investigan las diferencias entre ambas antes de tomar una decisión.

Las lavadoras de carga frontal, aunque más caras, son generalmente más eficientes en términos de energía y agua, y ofrecen un mejor rendimiento de lavado. En cambio, las lavadoras de carga superior, que suelen ser más económicas, tienen la ventaja de ser más rápidas y permitir agregar ropa a mitad del ciclo en algunos modelos.

Pero, es fundamental considerar aspectos como la ergonomía (las de carga frontal requieren agacharse) y las necesidades de mantenimiento, porque las lavadoras de carga frontal tienden a acumular humedad y necesitan limpieza más frecuente.

En la actualidad muchas lavadoras incluyen una amplia gama de características tecnológicas, desde conectividad WiFi hasta ciclos de lavado especiales para ropa delicada o con alta suciedad.

El error que muchos compradores cometen es pagar de más por funciones que rara vez o nunca usarán. Expertos sugieren que los consumidores se pregunten si realmente necesitan opciones como vapor, autolimpieza o controles remotos antes de gastar más dinero en un modelo con múltiples funcionalidades.

Además, es útil consultar foros en línea y leer las experiencias de otros usuarios para conocer los posibles problemas o ventajas de ciertos modelos.