El fin de las consolas PlayStation, Nintendo o Xbox: un experto predice la fecha

“Dentro de 10 años, las consolas probablemente serán cosa del pasado”, sentenció Peter Moore, ex directivo de SEGA y Xbox, abriendo las puertas un panorama que muchos ya consideran real en el futuro: los dispositivos en los que hoy jugamos y lo llevamos haciendo desde hace 50 años están por desaparecer.

Aunque este escenario todavía no se hará real en el corto plazo, ya hay indicios de que la industria está cambiando y el éxito de ciertas tecnologías puede generar que las consolas dejen de fabricarse y se opte por una relación más directa en la que el jugador disfruta de esta experiencia directamente en el televisor sin un hardware intermediario.

En una entrevista realizada por LevelUp, medio mexicano especializado en videojuegos, Peter Moore dio su opinión sobre este futuro, que él ve inminente. El exdirectivo explicó cómo los dispositivos inteligentes como los celulares, smart TVs y computadoras portátiles podrían reemplazar las consolas de videojuegos en la próxima década.

A medida que la tecnología avanza, la idea de una consola dedicada podría convertirse en un vestigio del pasado, similar a lo que sucedió con las tiendas de alquiler de películas cuando apareció el streaming.

Las palabras de Moore resuenan con fuerza en una industria que ha visto cambios dramáticos en los últimos años. Microsoft y Sony, los gigantes detrás de Xbox y PlayStation, respectivamente, se encuentran en una encrucijada.

Mientras que Microsoft ha mostrado una clara inclinación hacia el juego en la nube con su servicio Xbox Game Pass y xCloud, Sony enfrenta el desafío de adaptarse a un modelo de negocio que se aleja del hardware dedicado que ha sido su fortaleza durante décadas.

Pero, ¿qué significa realmente este cambio? Para Moore, la respuesta está en la evolución de los hábitos de consumo y la tecnología. Los jugadores de hoy en día ya no están limitados a sus consolas y televisores. Juegan en sus teléfonos, en sus computadoras portátiles, en cualquier lugar donde haya una conexión a Internet. La idea de “sentarse en el sofá y jugar en la consola” está siendo reemplazada por la posibilidad de jugar desde cualquier lugar y en cualquier dispositivo.

En este contexto, el experto no está solo en su predicción. Las cifras y las tendencias del mercado apuntan hacia un futuro en el que las consolas, tal como las conocemos, podrían ser cosa del pasado.

A pesar de que plataformas como Google Stadia, Amazon Luna y otros servicios de streaming todavía no tienen un impacto grande, el desarrollo de la tecnología y la conexión a internet no para y eso genera que la experiencia de juego vaya a mejorar inminentemente en este tipo de plataformas, acabando con la necesidad de una consola de por medio.

Sin embargo, Moore no cree que las consolas desaparezcan por completo. “Siempre habrá un caso para ellas”, dijo. “Todos vivimos la nostalgia, a medida que envejecemos, nos gusta que nos recuerden las cosas con las que crecimos”. Esta idea sugiere que, aunque las consolas tradicionales pueden perder protagonismo, podrían encontrar un nicho en el mercado, similar a cómo los arcades aún tienen su lugar en la cultura del gaming.

A pesar de la certeza de Moore sobre la dirección en la que se dirige la industria, la transición hacia un modelo basado en la nube y el streaming no estará exenta de desafíos. “Todavía es difícil, debes asegurarte de no tener retrasos ni latencia”, advirtió. La tecnología aún tiene que superar estos obstáculos antes de que pueda reemplazar completamente la experiencia de juego en consolas físicas. Pero sin duda, esta es la dirección hacia donde apunta la industria actual.

Lo que está claro es que el streaming y la nube están redefiniendo el papel de las consolas y presentando nuevos desafíos para las compañías que las fabrican. La sostenibilidad financiera de los modelos de negocio centrados en el hardware está siendo cuestionada, especialmente cuando se observan movimientos como los recientes despidos masivos en Sony y otras grandes empresas del sector.

Para Microsoft, el futuro parece estar en la nube. La adquisición de Activision Blizzard por 70 mil millones de dólares es un claro indicio de que la compañía está apostando fuerte por el futuro de los videojuegos, no solo como una forma de entretenimiento, sino como un pilar central de su estrategia empresarial.

Mientras tanto, Sony deberá decidir si puede seguir confiando en su tradición de hardware o si está dispuesta a innovar y adaptarse a un futuro donde las consolas pueden no ser más que una opción entre muchas. La pregunta que se cierne sobre la industria es si estas compañías podrán navegar con éxito esta transformación o si quedarán atrapadas en un modelo de negocio que está siendo superado por la tecnología. Y surjan otras marcas que tomen su trono.

El futuro de los videojuegos es incierto, pero lo que está claro es que está cambiando rápidamente. Las palabras de Peter Moore resuenan como un eco de lo que vendrá: un mundo donde los jugadores no estarán atados a un dispositivo, sino que podrán jugar cuando quieran, donde quieran y en lo que quieran.

Y en ese mundo, las consolas de PlayStation, Xbox y Nintendo podrían convertirse en reliquias del pasado, recordadas con nostalgia, pero ya no necesarias en un mundo dominado por la nube.