Es común que millones de personas usen un celular, y también sientan la necesidad de estar pendientes de cualquier notificación que les entre en cualquier momento del día. Muchas veces no suena el teléfono pero se siente como si estuviera vibrando, un fenómeno que no es casualidad, sino más bien, tiene que ver con la salud mental.
Uno de estos fenómenos psicológicos asociados al uso de dispositivos móviles es el “síndrome de la vibración fantasma,” que ha captado la atención de investigadores y especialistas en salud por su prevalencia y a las implicaciones que tiene para la relación humano-tecnología.
El síndrome de la vibración fantasma se refiere a la falsa percepción de que el teléfono móvil ha vibrado, generalmente indicando la recepción de un mensaje, cuando en realidad no pasó nada. Esta sensación ilusoria, aunque pueda parecer inofensiva, refleja un estado de alerta constante y un apego profundo a los dispositivos móviles.
Cuántas personas pueden presentar el síndrome de la vibración fantasma
El término fue acuñado en un artículo publicado en la revista Science Direct, donde se lo clasificó como un “fenómeno psicológico reciente”. Sin embargo, a pesar de ser relativamente nuevo, su prevalencia es alarmante.
Un estudio realizado en 2012 involucrando a 300 estudiantes universitarios estadounidenses reveló que el 89% de los participantes experimentaba esta vibración ilusoria al menos una vez cada dos semanas. Este dato pone de manifiesto cómo la dependencia del móvil se ha infiltrado en la cotidianidad de una manera que pasa desapercibida.
La investigación también arrojó luz sobre un aspecto interesante: aquellos que mostraban una mayor conciencia y control sobre su uso del móvil tendían a experimentar menos este síndrome.
Por el contrario, los usuarios que reaccionaban con mayor intensidad a los mensajes de texto o a las notificaciones de aplicaciones como WhatsApp se sentían más molestos y perturbados por estas falsas vibraciones.
Por qué ocurre el síndrome de la vibración fantasma
El fenómeno de la vibración fantasma puede parecer extraño, pero tiene raíces profundas en la psicología humana. El cerebro humano está diseñado para anticipar y responder a señales, especialmente aquellas que se han asociado repetidamente con una recompensa o una respuesta emocional, como es el caso de una notificación de móvil.
Con el tiempo, el cerebro puede empezar a interpretar estímulos externos, como un leve movimiento o un cambio en la presión de la ropa, como una vibración del móvil, incluso cuando no hay ninguna vibración real.
Este mecanismo de anticipación es una de las razones por las cuales las falsas vibraciones pueden ocurrir en casi cualquier contexto: en el transporte público, en un café, durante una reunión o incluso en la comodidad del hogar.
La sobreutilización del móvil, combinada con el entorno en el que se utiliza, parece exacerbar esta percepción, creando un ciclo de retroalimentación negativa donde el usuario se siente constantemente conectado y alerta, incluso cuando no hay ninguna interacción real con el dispositivo.
Qué consecuencias emocionales tiene y cómo prevenirlo
Expertos en salud y tecnología han señalado la necesidad de entender las reacciones emocionales de las personas, que podría ser beneficioso para mitigar las consecuencias negativas de la dependencia del móvil, incluyendo el síndrome de la vibración fantasma.
La dependencia emocional y las intensas respuestas asociadas con la recepción de mensajes podrían estar alimentando esta falsa percepción, lo que a su vez podría aumentar los niveles de estrés y ansiedad en los usuarios.
Es importante que los usuarios sean conscientes de estas respuestas emocionales, y que una menor frecuencia de uso del móvil podría ser una estrategia efectiva para reducir la prevalencia del síndrome.
Desarrollar hábitos más saludables, como establecer períodos específicos para revisar el móvil y desconectar en ciertos momentos del día, podría ayudar a reducir el estado de alerta constante y, por ende, la aparición de falsas vibraciones.