Realizar una rutina sencilla de mantenimiento anual en el hogar puede tener un impacto significativo en la eficiencia y durabilidad de los electrodomésticos, en particular, la nevera y su congelador. Este aparato es esencial en todas las casas, y su correcto funcionamiento permite preservar la frescura de los alimentos y mantener bajos los costos energéticos.
Asimismo, uno de los aspectos más críticos en el mantenimiento de un congelador es la gestión de la acumulación de hielo. Aunque pueda parecer inofensiva, la acumulación de tan solo tres milímetros de escarcha en las paredes del congelador puede incrementar el consumo energético hasta en un 30%.
Este aumento es porque el motor del aparato tiene que trabajar más para mantener la temperatura interna adecuada, lo que no solo incrementa la factura eléctrica, sino que también acorta la vida útil del electrodoméstico.
Cómo una nevera en mal estado influye en la salud alimentaria del hogar
Según expertos en seguridad alimentaria, el hielo interior del refrigerador puede atrapar partículas de alimentos y líquidos derramados. Esto crea un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias, que pueden comprometer la seguridad de los alimentos almacenados y, en última instancia, la salud de los consumidores, provocando enfermedades.
Por su parte, las bacterias que proliferan en un ambiente de baja temperatura pueden sobrevivir y multiplicarse, convirtiendo al congelador en un potencial riesgo para la salud. Por lo tanto, la descongelación periódica no solo es una medida de eficiencia energética, sino también una práctica esencial de higiene alimentaria.
Cómo limpiar correctamente una nevera
El mantenimiento adecuado de la nevera y el congelador no se limita a la descongelación. También, es importante limpiar las bobinas del condensador, generalmente ubicadas en la parte trasera o inferior del aparato.
Estas bobinas pueden acumular polvo y suciedad con el tiempo, lo que reduce su capacidad para disipar el calor. Esto, a su vez, obliga al compresor a trabajar más arduamente, lo que también puede aumentar el consumo de energía y reducir la vida útil del aparato.
Limpiar las bobinas al menos una vez al año, o más a menudo si el hogar tiene mascotas, es una tarea sencilla que puede contribuir significativamente a la eficiencia del electrodoméstico.
Cómo prolongar la vida útil de la nevera
Un aspecto importante del mantenimiento es la verificación de las juntas de las puertas. Las juntas desgastadas o sucias pueden permitir que el aire frío escape, obligando al motor a trabajar más para mantener la temperatura interna.
Esto no solo incrementa el consumo energético, sino que también, puede afectar la calidad y seguridad de los alimentos almacenados. Verificar que las puertas cierren herméticamente y limpiar las juntas regularmente puede ayudar a prevenir estos problemas.
Cada cuánto se debe descongelar la nevera
En cuanto a la frecuencia de descongelación, esta varía según el tipo de refrigerador y su uso. Los congeladores más antiguos, que no cuentan con sistemas automáticos de descongelación, requieren más atención. En general, es recomendable descongelar el congelador al menos una vez al año.
No obstante, algunos modelos y situaciones pueden requerir un mantenimiento más frecuente. Los congeladores que se abren y cierran con regularidad o que están ubicados en ambientes más cálidos pueden acumular hielo más rápidamente y, por lo tanto, necesitarán ser descongelados más a menudo.
Además, es importante considerar la ubicación del refrigerador y el congelador. Colocarlos lejos de fuentes de calor, como hornos o radiadores, y asegurar una buena ventilación alrededor del aparato, puede mejorar su eficiencia energética.
Del mismo modo, evitar el sobrellenado permite una mejor circulación del aire en el interior, lo que ayuda a mantener una temperatura uniforme y a reducir la acumulación de escarcha.