El aire acondicionado en los vehículos es un elemento esencial para garantizar una experiencia de conducción cómoda, especialmente durante los meses más calurosos del año, así que, para asegurar su buen funcionamiento y evitar problemas de salud, es fundamental realizar un mantenimiento regular y riguroso del sistema.
Este cuidado no solo prolonga la vida útil del equipo, sino que también garantiza un ambiente más saludable dentro del automóvil. Los expertos recomiendan realizar una limpieza general del sistema de aire acondicionado cada 20.000 kilómetros o, al menos, cada seis meses.
Esta rutina es vital para prevenir la acumulación de bacterias, hongos, polvo y polen en los conductos del sistema, lo cual puede resultar en malos olores, y lo que es más preocupante, en afecciones respiratorias y alergias para el conductor y pasajeros del vehículo.
Cómo limpiar correctamente el aire acondicionado del auto
Para limpiar adecuadamente el sistema de aire acondicionado del auto, es necesario seguir un proceso meticuloso que garantiza la eliminación de residuos y la desinfección de los conductos. El primer paso consiste en eliminar la humedad en los conductos.
Esto se logra encendiendo la calefacción al máximo con el motor en marcha, manteniendo las ventanas y puertas cerradas durante unos cinco minutos. Este proceso ayuda a evaporar cualquier residuo de humedad que pueda haberse acumulado, lo que es esencial para prevenir la proliferación de moho y bacterias.
Luego se debe proceder a la limpieza de la suciedad acumulada en las piezas internas del sistema. Para ello, se utiliza un aerosol compresor de aire, que ayuda a remover el polvo y otros residuos que podrían estar obstruyendo los conductos.
Además, una revisión exhaustiva de los mismos es crucial para identificar posibles fugas. De encontrarse alguna, pueden ser reparadas utilizando cinta adhesiva o parches específicos diseñados para tal fin.
Qué prácticas previenen fallas en el aire acondicionado del vehículo
El uso adecuado del aire acondicionado contribuye a su buen funcionamiento y a la eficiencia del vehículo. Se sugiere mantener la temperatura entre 21ºC y 23ºC y evitar bajar las ventanillas mientras el aire acondicionado está encendido.
Ventilar el habitáculo antes de encender el sistema y apagarlo unos 10 minutos antes de finalizar el trayecto son prácticas recomendables para evitar la acumulación de humedad en el evaporador, lo que puede prevenir malos olores y la proliferación de bacterias.
Hay que tener en cuenta que el acumulador es un componente esencial del sistema de aire acondicionado, porque filtra las impurezas del aire que circula dentro del vehículo. Sin embargo, este puede obstruirse con el tiempo debido a la acumulación de polvo y condensación.
Para limpiarlo, se recomienda la aplicación de aire a presión. Si el bloqueo persiste, la mejor solución es sustituir el acumulador por uno nuevo para asegurar un rendimiento óptimo del sistema.
Cada cuánto se debe limpiar el aire acondicionado del vehículo
Un chequeo general del sistema de aire acondicionado debe incluir una revisión integral de todos sus componentes, el cambio del refrigerante cuando sea necesario, la adición de aceite, y la desinfección, limpieza, reparación o sustitución de las piezas que presenten algún desgaste o falla.
Realizar estas prácticas al menos una vez al año no solo garantiza la calidad del aire que se respira dentro del vehículo, sino además, optimiza el rendimiento del sistema, prolongando su vida útil y asegurando una conducción más cómoda.
Cómo funciona el aire acondicionado de un vehículo
El aire acondicionado del coche funciona mediante la circulación de un gas refrigerante, elemento crucial tanto para enfriar el aire como para lubricar el compresor y sellar las juntas del sistema. Sin embargo, este gas no es infinito; tiende a disminuir naturalmente en un 8% cada año.
Por esta razón, es necesario recargarlo cada tres años en un taller mecánico especializado. No hacerlo puede derivar en fallos en el sistema, incluyendo el riesgo de daños de alto costo en el compresor, que es uno de los componentes más caros de reemplazar.