Televisor LED o un OLED: cuál es el mejor para jugar en PlayStation

La elección del televisor ideal para videojuegos puede marcar una gran diferencia en la experiencia de juego. Con la llegada de las consolas de nueva generación, como la PlayStation 5 y la Xbox Series X, la necesidad de contar con un televisor que esté a la altura se ha vuelto parte fundamental de la experiencia.

Sin embargo, entre la amplia gama de opciones disponibles hay diferentes tipos de pantallas: LED, OLED y QLED. Así que exploramos cada una de sus características y desventajas para saber cuál es la mejor opción para disfrutar de la experiencia gamer.

Los televisores LED se han consolidado como una opción popular debido a su accesibilidad económica y sus mejoras constantes en términos de rendimiento. Estas pantallas utilizan retroiluminación para proyectar las imágenes, lo que les permite alcanzar niveles de brillo elevados, una característica que es particularmente útil en habitaciones bien iluminadas.

Además, los televisores LED están disponibles en una amplia gama de tamaños, lo que facilita encontrar un modelo que se ajuste tanto al espacio disponible como al presupuesto.

Sin embargo, esta tecnología también tiene sus desventajas. Aunque los LED ofrecen buenos niveles de brillo, su capacidad para mostrar negros profundos y un contraste superior es limitada. Esto se debe a que los píxeles en un televisor LED no pueden apagarse por completo, lo que resulta en negros que tienden a verse más grises en lugar de verdaderamente oscuros.

Además, los ángulos de visión suelen ser más reducidos, lo que puede afectar la experiencia de juego si no estás sentado directamente frente a la pantalla.

Los televisores OLED han ganado popularidad en el mundo de los videojuegos por su capacidad de ofrecer un contraste inigualable y colores vibrantes. A diferencia de los LED, cada píxel en una pantalla OLED se ilumina de manera independiente, lo que permite que los píxeles negros se apaguen por completo, resultando en negros verdaderamente profundos.

Otra ventaja significativa de estos televisores es su tiempo de respuesta extremadamente rápido. Con tiempos de respuesta tan bajos como 0.1 milisegundos, estas pantallas son ideales para juegos rápidos y frenéticos, donde cualquier retraso en la pantalla puede ser crucial.

No obstante, estos televisores también tienen algunas limitaciones. Uno de los mayores desafíos es el brillo máximo. Aunque los OLED ofrecen una excelente calidad de imagen en condiciones de poca luz, pueden quedarse cortos en ambientes muy iluminados, donde los televisores LED y QLED suelen rendir mejor. Además, los televisores OLED tienden a ser más caros, lo que puede no ser accesible para todos los presupuestos.

Los televisores QLED representan una evolución de la tecnología LED, utilizando puntos cuánticos para mejorar el color y el brillo. Como resultado, los QLED pueden ofrecer un nivel de brillo superior al de los OLED, lo que los hace ideales para salas de estar con mucha luz natural.

Además, los QLED también tienen una vida útil más larga y no sufren tanto de problemas como el burn-in, una preocupación para algunos usuarios de OLED.

Si bien la diferencia en la calidad de color entre OLED y QLED puede no ser perceptible para todos, los jugadores más exigentes pueden apreciar la gama de colores más amplia y precisa que ofrecen los QLED. Además, los tiempos de respuesta son bastante buenos, aunque generalmente son más lentos que los de los OLED.

Una desventaja de los QLED, sin embargo, es su incapacidad para lograr los mismos niveles de contraste que los OLED, debido a su dependencia de la retroiluminación. Aunque intentan compensar esto con tecnologías como Full Array Local Dimming (FALD), el resultado aún puede ser inferior al contraste casi infinito que ofrecen los OLED.