Alrededor del mundo la conectividad a internet se ha convertido en una necesidad básica, especialmente cuando se teletrabaja, se estudia en línea y para entretenimiento digital. Sin embargo, a pesar de contar con una red WiFi de internet de alta velocidad, es común que se experimenten problemas de conexión en dispositivos tecnológicos.
Aunque es fácil culpar a la compañía suministradora del servicio de internet por estas fallas, la realidad es que la causa del problema puede estar mucho más cerca de lo que se piensa.
Un factor que frecuentemente pasa desapercibido es la ubicación del router y los objetos que lo rodean. Los espejos, entre otros elementos, pueden ser un obstáculo significativo para la correcta transmisión de la señal WiFi.
Estas interrupciones pueden ser particularmente frustrantes cuando se está disfrutando de una serie o película en streaming, participando en un juego en línea, o llevando a cabo una videollamada importante.
Por qué los espejos generan interferencia en el internet del hogar
El fenómeno detrás de esta interferencia radica en la composición de los espejos. Estos objetos están hechos de cristal recubierto con una fina capa de metal, generalmente óxidos metálicos, que les confiere su capacidad reflectante.
Cuando las ondas de WiFi, que son esencialmente ondas electromagnéticas, se encuentran con un espejo, una parte de la señal es reflejada en lugar de continuar su trayecto. Esta puede causar interferencias, resultando en una señal más débil y una conexión menos estable.
Asimismo, es poco probable que la mayoría de hogares suelan colocar su router directamente sobre una mesa de cristal o frente a un espejo, pero es común que esté ubicado cerca de ventanas o en espacios donde haya superficies que produzcan reflejos.
Incluso pequeñas cantidades de material metálico en la proximidad del router del internet pueden tener un impacto notable en la calidad de la señal.
Qué hacer para no tener problemas con el internet del hogar
Para aquellos que experimentan problemas de conectividad, cambiar la ubicación del router puede ser una solución sencilla pero efectiva. Es recomendable situar el router en un lugar central del hogar, preferiblemente en una posición elevada, lejos de paredes gruesas, espejos y otras superficies reflectantes.
De esta manera, se puede asegurar que la señal WiFi se distribuya de manera más uniforme y con menos interferencias. Junto a los espejos, existen otros factores en el hogar que pueden afectar la calidad de la conexión de la red.
Uno de ellos es la frecuencia en la que opera el router. Muchos routers más antiguos, así como algunos modelos recientes que aún no han sido configurados adecuadamente, operan en la banda de 2.4 GHz.
Esta frecuencia, aunque popular por su capacidad de penetrar paredes, también es utilizada por otros dispositivos comunes en el hogar, como hornos microondas y monitores de bebés. Cuando estos dispositivos están en funcionamiento cerca del router, pueden generar interferencias significativas que degradan la calidad de la conexión.
Qué objetos pueden generar interferencia en la red WiFi
Un objeto a considerar son las superficies metálicas. Si el router está ubicado sobre una mesa de metal, detrás de un televisor o cerca de otros electrodomésticos grandes, es probable que se experimente una pérdida de señal similar a la que ocurre al entrar en un elevador.
La estructura metálica actúa como un bloqueador de las ondas WiFi, impidiendo que estas se propaguen con normalidad en todo el espacio. En situaciones donde se experimentan cortes frecuentes de la señal WiFi, revisar la posición y el entorno del router es una de las primeras acciones a tomar.
La correcta colocación del router, lejos de espejos, superficies metálicas y otros dispositivos que operan en la misma frecuencia, puede marcar una gran diferencia en la estabilidad y la calidad de la conexión a internet.