Si bien contar con una PlayStation 5 o una Xbox Series X garantiza acceso a los títulos más modernos y visualmente impresionantes, no es suficiente para sacarles el máximo provecho. Para disfrutar de una experiencia de juego que realmente haga justicia al potencial de estas máquinas, es imprescindible contar con un televisor que esté a la altura.
Estas son características que van mucho más allá del tamaño, por eso se deben revisar con calma para tener una pantalla que responda a la tecnología de la consola y la experiencia sea mucho más completa, sacándole provecho a cada aspecto de los dispositivos creados por Sony y Microsoft.
Características que debe tener un televisor para videojuegos
- Resolución 4K y tasa de refresco
Uno de los aspectos más básicos, pero cruciales a considerar, es la resolución de tu televisor. Desde la aparición de las versiones mejoradas de las consolas anteriores, como la Xbox One X y la PlayStation 4 Pro, la resolución 4K (3840 x 2160 píxeles) se ha convertido en el estándar para el gaming.
Prácticamente, todos los juegos desarrollados para la PlayStation 5 y la Xbox Series X funcionan a esta ultra-alta resolución, lo que significa que cualquier televisor que no soporte 4K no podrá mostrar estos juegos en su máxima calidad. Afortunadamente, hoy en día la mayoría de las Smart TV disponibles en el mercado ya cuentan con resolución 4K, por lo que encontrar un modelo adecuado no debería ser un problema.
Sin embargo, no basta con tener una TV 4K. También es esencial considerar la tasa de refresco. La tasa de refresco, medida en hercios (Hz), indica cuántas veces por segundo la pantalla se actualiza con una nueva imagen. Los modelos de televisores más antiguos solían tener tasas de 60 o 90 Hz, lo que era suficiente en su momento.
Pero con las consolas de nueva generación, lo ideal es optar por un televisor que ofrezca 120 Hz o más. Esto permite que la TV muestre hasta 120 fotogramas por segundo (fps), lo que se traduce en una experiencia de juego más fluida, sin tirones ni latencia.
- HDMI 2.1
La tecnología HDMI ha evolucionado significativamente en los últimos años, y su última versión, HDMI 2.1, es prácticamente un requisito para cualquier jugador serio. Esta versión soporta resoluciones más altas y tasas de refresco más rápidas y ofrece un ancho de banda significativamente mayor (48 Gbps frente a los 18 Gbps de HDMI 2.0).
Además, HDMI 2.1 también es esencial para soportar otras tecnologías clave en el gaming, como la frecuencia de actualización variable (VRR) y el modo de baja latencia automática (ALLM). VRR ajusta dinámicamente la tasa de refresco del televisor para que coincida con la velocidad de fotogramas que la consola está produciendo en tiempo real, lo que reduce el tearing y mejora la fluidez del juego.
Por otro lado, ALLM permite que el televisor detecte cuando se está usando para jugar y ajuste automáticamente sus configuraciones para minimizar la latencia, lo que es crucial para juegos que requieren reacciones rápidas.
- OLED vs. LCD
Al elegir un televisor, una de las decisiones más importantes es optar entre OLED y LCD. Los televisores OLED son conocidos por su capacidad de producir negros profundos y colores vibrantes, gracias a que cada píxel se ilumina de manera independiente. Esto mejora la calidad de la imagen y es particularmente útil para juegos con gráficos oscuros y detallados, donde los contrastes juegan un papel importante. Sin embargo, los OLED suelen ser más caros y pueden no ser la mejor opción si planeas colocar el televisor en una habitación muy luminosa, ya que su brillo máximo es inferior al de los LCD.
Por otro lado, los televisores LCD modernos, especialmente aquellos con retroiluminación de mini LEDs y atenuación local, pueden ofrecer una excelente calidad de imagen a un precio más asequible. Aunque no alcanzan los niveles de negro de los OLED, suelen ser más brillantes, lo que los hace más adecuados para entornos bien iluminados.
- HDR
Otra característica fundamental a considerar es la compatibilidad con HDR (High Dynamic Range). Esta tecnología permite que el televisor muestre un rango más amplio entre las áreas más oscuras y más brillantes de la imagen, lo que mejora la percepción de los detalles y hace que los colores sean más vibrantes.
Esencialmente, un televisor con buen HDR puede mostrar una imagen más cercana a la visión original del creador del contenido. Existen diferentes formatos de HDR, como HDR10, HDR10+ y Dolby Vision, siendo este último el más avanzado al optimizar la imagen en cada escena.
- 8K: un lujo innecesario (por ahora)
Si bien tanto la PlayStation 5 como la Xbox Series X son técnicamente capaces de manejar contenido en 8K, esta resolución no debería ser una prioridad al elegir un televisor para gaming. Actualmente, muy pocos juegos están desarrollados para 8K, y la diferencia visual entre 4K y 8K es mínima a menos que estés sentado muy cerca de una pantalla extremadamente grande.