Todo aquello que esté conectado a internet o use un software está en riesgo. Un ejemplo reciente son las bicicletas. Este medio de transporte puede ser hackeado y afectar a los usuarios, especialmente a aquellos que usan versiones de alta gama, como las de competencia.
Los sistemas de cambio de marchas inalámbricos, diseñados para ofrecer un control más preciso y eficiente a los ciclistas, han demostrado ser un blanco vulnerable para ciberataques, poniendo en riesgo tanto la seguridad de los deportistas como la integridad de las competiciones.
En los últimos años, los fabricantes de bicicletas han adoptado con entusiasmo la tecnología de cambio de marchas inalámbrico. Este sistema, libre de los problemas mecánicos tradicionales, permite a los ciclistas cambiar de marcha de manera más suave y rápida, mejorando su rendimiento en carrera.
Sin embargo, como sucede con muchas innovaciones tecnológicas, la implementación de sistemas inalámbricos ha traído consigo nuevos desafíos, principalmente en el ámbito de la ciberseguridad.
Por qué las bicicletas pueden ser hackeadas
Investigadores de la Universidad de California en San Diego y de la Universidad Northeastern han descubierto varias vulnerabilidades críticas en estos sistemas, particularmente en los dispositivos Shimano Di2. Según el estudio, estas fallas podrían ser explotadas por hackers para obtener una ventaja desleal en competiciones, o peor aún, causar accidentes al manipular los cambios de marcha de los ciclistas de forma remota.
El sistema de cambio de marchas inalámbrico funciona mediante enlaces inalámbricos entre los controles de cambio, ubicados en el manillar de la bicicleta, y el desviador, el dispositivo que mueve la cadena entre los engranajes. Los investigadores descubrieron que es posible interceptar y retransmitir estos comandos de cambio de marcha sin necesidad de autenticación mediante claves criptográficas, lo que permitiría a un atacante controlar los cambios de marcha en una bicicleta sin estar físicamente presente.
Utilizando dispositivos comunes en el mercado, conocidos como radios definidas por software, los investigadores lograron llevar a cabo ataques desde una distancia de hasta 10 metros, sin necesidad de amplificadores para aumentar la señal. Esta técnica, denominada “ataque de grabación y repetición”, permite grabar los datos de cambio de marcha y reutilizarlos en cualquier momento, siempre que los componentes de la bicicleta permanezcan emparejados.
Además, el sistema inalámbrico utilizado por Shimano emplea un protocolo de comunicación llamado ANT+, que filtra información y permite a los atacantes monitorear en tiempo real las acciones de su objetivo. Esta vulnerabilidad es peligrosa, ya que no solo permite interferir en una bicicleta específica, sino que también podría deshabilitar el cambio de marchas en un solo ciclista sin afectar a los competidores cercanos.
Cuáles son los riesgos detrás de este tipo de ataque
Las implicaciones de estos descubrimientos son alarmantes. En un deporte donde la precisión y el control son cruciales, la capacidad de manipular los cambios de marcha de un ciclista desde la distancia podría generar situaciones extremadamente peligrosas. Un atacante podría, por ejemplo, provocar que un ciclista cambie repentinamente a una marcha inadecuada durante una subida, lo que podría hacerle perder tiempo o incluso provocar una caída.
En competiciones de alto nivel como el Tour de Francia, esta clase de sabotaje podría tener un impacto significativo en el resultado final. La historia del ciclismo profesional, plagada de escándalos relacionados con el uso de drogas para mejorar el rendimiento, subraya el atractivo de estos ataques indetectables, que podrían comprometer la integridad del deporte de una manera similar.
Ante la gravedad de estos hallazgos, los investigadores han comenzado a colaborar con Shimano para desarrollar soluciones que mitiguen estos riesgos. La empresa, que posee la mayor cuota de mercado en sistemas de cambio de marchas inalámbricos, ha trabajado estrechamente con el equipo de investigación para crear un parche de seguridad.
Según Kristen Legan, portavoz de Shimano, la compañía ya ha implementado algunas de las contramedidas sugeridas por los investigadores y tiene previsto lanzar una actualización de firmware para todos los usuarios a finales de agosto.
Sin embargo, aunque los equipos profesionales ya han recibido estas actualizaciones, queda por ver cómo se desplegará el parche a nivel general. Shimano ha asegurado que los ciclistas podrán realizar la actualización del firmware a través de la aplicación E-TUBE Cyclist, aunque no está claro si el parche cubrirá todos los componentes, como el desviador delantero y trasero.