La Inteligencia Artificial generativa podría valer hasta USD 4,4 billones anuales

El informe “McKinsey Technology Trends Outlook 2024” expuso las tecnologías emergentes que están transformando el panorama empresarial mundial. El análisis, que se centra en 15 tecnologías agrupadas en cinco categorías principales, ofrece una visión invaluable sobre cómo estas innovaciones pueden impulsar el crecimiento y la eficiencia operativa de las organizaciones.

Según el informe, a pesar de los desafíos económicos y geopolíticos de 2023, las inversiones en tecnología de vanguardia han aumentado significativamente. Las organizaciones están adoptando nuevas tecnologías con entusiasmo, identifcando oportunidades para integrar innovaciones en sus procesos operativos y convertirlas en ventajas competitivas.

Entre los hallazgos principales, el informe resalta que las energías renovables y la inteligencia artificial aplicada han recibido los mayores niveles de inversión, alcanzando conjuntamente los USD 269.000 millones durante 2023.

Una de las tecnologías que ha captado una atención considerable es la inteligencia artificial generativa. Estos algoritmos, similares a herramientas como ChatGPT, pueden automatizar, aumentar y acelerar el trabajo generando contenido a partir de datos no estructurados en diversos formatos como audio, imágenes, texto y video.

Según la Encuesta Global de McKinsey sobre el estado de la Inteligencia Artificial, el 65% de las organizaciones ya utiliza regularmente la IA en al menos un proceso empresarial. Se estima que la IA generativa podría generar un valor anual de entre USD 2,6 y USD 4,4 billones.

En 2023, se invertieron alrededor de USD 36.000 millones en esta tecnología y las publicaciones de empleos relacionados aumentaron un 111% en comparación con 2022.

A diferencia de la IA generativa, la inteligencia artificial aplicada utiliza modelos de machine learning para resolver problemas específicos de clasificación, predicción y control. Esta tecnología ayuda a automatizar actividades, mejorar capacidades y optimizar decisiones empresariales. Durante 2023, la adopción de la IA aplicada se mantuvo firme con una puntuación de 4 sobre 5, y las inversiones alcanzaron aproximadamente los USD 86.000 millones.

No obstante, las publicaciones de empleo en este ámbito disminuyeron un 29% en comparación con 2022, lo que puede reflejar una estabilización en la demanda de talento especializado tras un período inicial de rápida expansión.

El sector de electrificación y energías renovables ha demostrado ser un foco crucial de inversión, registrando las cifras de capital más altas a nivel global por segundo año consecutivo con USD 183.000 millones en 2023.

Este aumento de inversión refleja el compromiso de las organizaciones con las fuentes de energía eficientes y ecológicas, con el objetivo de reducir el impacto ambiental y alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Las tecnologías relacionadas abarcan desde energía solar y eólica hasta soluciones de almacenamiento y distribución de energía, todas ellas fundamentales para la neutralidad de carbono.

Las tecnologías de movilidad han experimentado avances considerables, especialmente en el ámbito de los vehículos autónomos y eléctricos, así como en la movilidad aérea urbana. A pesar de inversiones significativas, alcanzando los USD 83.000 millones en 2023, el nivel de adopción se sitúa en apenas 2 puntos sobre 5. La adopción moderada puede ser atribuida a desafíos tecnológicos y regulatorios persistentes.

Investigaciones sugieren que para 2035, los desarrollos en tecnologías de conducción autónoma podrían generar utilidades de USD 400.000 millones.

El crecimiento de la confianza digital y la ciberseguridad es otra área clave identificada por el informe. Incluye tecnologías relacionadas con arquitecturas de confianza, identidad digital y la Web3. Aunque esencial, su adopción se ha limitado a 3 puntos sobre 5 y las publicaciones de empleo cayeron un 34% en comparación con el año anterior. Sin embargo, las inversiones de capital en seguridad digital alcanzaron los USD 34.000 millones, destacando la importancia de proteger los datos y la información en un entorno cada vez más digitalizado y expuesto a amenazas cibernéticas.