El CEO de Uber, Dara Khosrowshahi, experimentó de primera mano uno de los mayores reclamos de los usuarios de su servicio: los elevados precios de los viajes. Un caso que le sirvió al directivo para explicar el motivo de estos altos precios ante los cambios económicos actuales.
Toda esta historia comienza con Steven Levy, editor de Wired, quien tomó un viaje en Uber desde el centro de Nueva York hasta el West Side, una distancia de aproximadamente 4,75 kilómetros, para reunirse con Khosrowshahi. Antes de iniciar el viaje, Levy pidió al CEO que estimara el costo de dicho trayecto.
La respuesta del directivo fue: “veinte dólares”, un cálculo que resultó ser menos de la mitad del precio real. Cuando Levy le mostró el precio final de $51,69, incluyendo una propina, la reacción del CEO fue de total asombro: “Oh, Dios mío. Wow”.
El incidente no terminó allí. Según Levy, al intentar reservar inicialmente el viaje, la aplicación le mostró un precio aún más alto. Khosrowshahi atribuyó esta variación a los precios dinámicos, una característica conocida de la plataforma que ajusta las tarifas en función de la demanda y otros factores.
Sin embargo, Levy señaló que eran las 10 de la mañana de un día soleado y no había condiciones extraordinarias, como tráfico pesado o una visita presidencial, que justificaran tal incremento.
Por qué Uber ha subido sus precios
Para explicar estos precios elevados, Khosrowshahi se refirió a la inflación y los costos laborales. “Todo es más caro. La inflación se ha convertido en parte de nuestra vida cotidiana”, afirmó. “Con Uber, la gran mayoría de tu tarifa va a tu conductor. Las ganancias por semana para nuestros conductores han aumentado un 40, 50% en los últimos cuatro años, porque ese es el costo del tiempo y el costo de la mano de obra. Creo que eso es positivo”.
Los datos respaldan la afirmación del directivo sobre el aumento de los precios. Según un informe de Rakuten Intelligence, el costo de los viajes en plataformas como Uber y Lyft aumentó un 92% entre 2018 y 2021.
En abril de 2021, las tarifas de Uber habían subido un 40% en comparación con el año anterior. Aunque Khosrowshahi prometió en ese momento que los precios volverían a “casi los buenos viejos tiempos” para septiembre, esta promesa parece no haberse cumplido del todo.
Además, un estudio del UCLA Labor Center reveló que, desde febrero de 2019 hasta abril de 2022, la tarifa media de los pasajeros de Uber y Lyft en Nueva York aumentó un 50%, mientras que el salario medio de los conductores solo subió un 31%. Esta disparidad pone de manifiesto la complejidad de equilibrar la rentabilidad de la empresa con la compensación justa para los conductores.
A pesar de estos desafíos, la aplicación ha mostrado un crecimiento en su fuerza laboral. En agosto del año pasado, la empresa reportó un récord de 5 millones de conductores en todo el mundo, un aumento del 31% respecto al año anterior. Khosrowshahi destacó que más del 70% de los nuevos conductores mencionaron la inflación y el aumento del costo de la vida como factores importantes para unirse a la plataforma.
Este crecimiento en el número de conductores no ha sido suficiente para contrarrestar los aumentos de precios. Parte de la razón radica en que Uber ya no está subsidiando los viajes en su búsqueda de crecimiento, sino que se está enfocando en la rentabilidad.
Por eso, la empresa busca otras estrategias, como la reciente alianza con BYD para llevar 100.000 autos eléctricos a Europa, América Latina, Oriente Medio, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, para brindar otras opciones a los conductores, con vehículos que tiene costos bajos de reparación.