Uno de los factores que motivaron a Steve Jobs y Steve Wozniak a crear Apple fue su interés por el hackeo de llamadas telefónicas, una fascinación que los acercó lo suficiente como para iniciar esta empresa.
Este interés fue en parte influenciado por John Draper, un hacker famoso por sus actividades de phreaking, o hackeo telefónico, quien se hizo conocido tras un artículo publicado en 1971 por la revista Esquire.
Durante los primeros años de la década de 1970, Draper, hijo de un ingeniero de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, se especializaba en manipular el sistema telefónico para hacer y recibir llamadas gratuitas, interceptar líneas telefónicas y realizar otros actos ingeniosos pero ilegales.
En una ocasión, Draper empleó técnicas de ingeniería social para obtener el número de teléfono del presidente Richard Nixon. Fingiendo una emergencia nacional, Draper le comunicó a Nixon que la Costa Oeste, y posiblemente todo el país, se estaba quedando sin papel higiénico.
El interés por este grupo de hackers de las décadas de 1960 y 1970 unió a futuros innovadores como Jobs y Wozniak, que fundaron empresas tecnológicas como Apple.
Qué era el hackeo telefónico
El phreaking o hackeo telefónico es una forma de hackeo relacionada específicamente con los sistemas telefónicos. Surgió en la década de 1960 y alcanzó su auge en los años 1970 y 1980.
Los phone phreakers utilizaban técnicas y dispositivos para manipular el sistema telefónico con el fin de realizar y recibir llamadas gratuitas, interceptar líneas telefónicas, y explorar las redes telefónicas para encontrar fallas y vulnerabilidades.
Quién es John Draper
John Draper es conocido por convertir un simple juguete de cereales en una herramienta para el hackeo telefónico. A finales de la década de 1950, Joe Engressia descubrió que podía emitir un silbido a 2.600 Hz, la frecuencia que los sistemas telefónicos usaban para gestionar las conexiones.
Esto le permitió restablecer las líneas telefónicas y realizar llamadas sin costo alguno. Engressia, quien era ciego, se dedicó a explorar a fondo el mundo de las telecomunicaciones.
En la década de 1960, Quaker Oats incluyó un silbato llamado Bo’sun como premio en las cajas de cereal Cap’n Crunch. Sid Bernay, otro hacker, descubrió que al tapar uno de los orificios del silbato, este emitía una frecuencia de 2.600 Hz. Compartió este hecho con la comunidad de hackers, incluyendo a Draper.
Draper explicó en una conferencia de seguridad cómo el silbato funcionaba: “Si quería marcar el número 234, simplemente emitía el tono con el silbato repetidamente, lo cual hacía que la llamada fuera gratuita”.
Draper, apodado Capitán Crunch, se hizo conocido por usar el silbato para evitar cargos en sus llamadas. Sin embargo, el silbato tenía limitaciones, por lo que él y otros hackers desarrollaron dispositivos llamados “cajas azules”.
Estas cajas, similares a teclados de marcación, generaban tonos multifrecuencia que permitían manipular las conexiones de larga distancia. Tenían funciones similares a las de un operador telefónico, como hacer o interceptar llamadas. Algunos hackers incluso contactaban a Engressia para verificar la exactitud de sus tonos.
Cómo Steve Jobs y Steve Wozniak se unieron para crear Apple
La historia de Draper y otros hackers se hizo conocida tras un artículo en Esquire en 1971, escrito por Ron Rosenbaum. Entre los lectores estaba Steve Wozniak, quien decidió buscar a Draper para aprender sus secretos. Wozniak, estudiante de primer año de universidad, mostró el artículo a su amigo Steve Jobs, que estaba en el último año de secundaria.
Intentaron construir una caja azul usando un manual técnico de la Universidad de Stanford, pero resultó ser más difícil de lo esperado. Finalmente, lograron construir un modelo funcional con componentes digitales. Wozniak adoptó el sobrenombre de Berkeley Blue y Jobs el de Oaf Tobar. Wozniak encontró a Draper en una entrevista de radio, y Draper le mostró cómo construir una caja azul mejorada.
Según Mental Floss, Jobs y Wozniak empezaron a fabricar y vender sus propias cajas azules a otros jóvenes. Vendieron entre 40 y 100 unidades, y ganaron alrededor de 6000 dólares.
De acuerdo con el mismo medio Jobs recordó que el encuentro con Draper y la venta de las cajas fue un momento crucial, que le permitió conocer a Wozniak y planear su estrategia comercial. Luego, ambos fundaron Apple.