Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, es crucial tomar medidas extras para proteger los celulares de posibles daños, que no solo pueden afectar la integridad de los equipos, sino además, la del usuario.
Durante estos meses, los smartphones están expuestos a una serie de factores ambientales, que pueden afectarles negativamente. Uno de estos factores es el sobrecalentamiento, que puede dañar componentes internos críticos como la batería, y causar explosiones.
A continuación, exploramos diversos consejos y practicas para evitar las consecuencias negativas de los “golpes de calor”, el agua, la arena y la exposición a la crema solar sobre los teléfonos inteligentes.
No exponer el celular directamente al sol
Asimismo, dejar el teléfono expuesto directamente al sol, por ejemplo, sobre una toalla en la playa, es una práctica común pero peligrosa.
El calor excesivo puede afectar no solo la batería, sino también reducir la vida útil del dispositivo y causar mal funcionamiento en sus componentes internos. Siempre es mejor guardarlo en lugares sombreados o utilizar estuches especiales que protegen contra el calor.
Reducir el brillo de la pantalla del celular
Además, es aconsejable reducir el brillo de la pantalla y activar el modo avión en situaciones de alta temperatura, lo que ayuda a minimizar la carga de trabajo del dispositivo y, por consiguiente, su temperatura.
Por su parte, estas medidas no solo protegen el hardware, sino que también contribuyen a una mayor eficiencia energética del dispositivo.
Desactivar el WiFi y cerrar aplicaciones en segundo plano
Se recomienda cerrar las aplicaciones en segundo plano que no se estén usando y desactivar las conexiones de WiFi y Bluetooth, con el fin de bajar hasta 10 grados la temperatura del celular.
No dejar que al celular le caiga agua
Estar en lugares cerca al mar, representa otro riesgo significativo para los smartphones durante el verano. Aunque muchos teléfonos modernos cuentan con cierta resistencia al agua, no son completamente impermeables.
Para evitar daños, se recomienda usar fundas impermeables cuando se esté cerca del agua. Estas fundas no solo protegen contra la humedad, sino también contra salpicaduras y posibles inmersiones involuntarias.
En el desafortunado caso de que un smartphone se moje, es crucial actuar de inmediato pero de manera correcta. El método tradicional de secarlo con arroz no es efectivo y puede incluso agravar el problema.
La recomendación es apagar el dispositivo inmediatamente y contactar con el servicio técnico especializado para una evaluación correcta de los daños. Este profesional podrá determinar si hay corrosión interna y tomar medidas adecuadas para repararlo.
Tener cuidado con el celular en la arena de la playa
La arena es otro enemigo en verano, especialmente en las playas, debido a que sus partículas finas pueden rayar la pantalla o infiltrarse en los puertos del dispositivo.
Para evitar estos daños, limpiar el smartphone con un paño seco después de cada uso en la playa es esencial. También, utilizar estuches con tapas para los puertos puede evitar que la arena se infiltre y cause daños en los conectores.
No echar bloqueador solar al celular
Otro factor a considerar es la crema solar. Muchas personas no piensan en el impacto que los residuos de crema en las manos pueden tener sobre sus smartphones.
Estos residuos pueden dañar el acabado exterior del dispositivo y afectar negativamente la funcionalidad de la pantalla táctil. Por lo tanto, es recomendable lavarse las manos antes de manipular el smartphone después de aplicar crema solar.
Del mismo modo, tener toallitas húmedas a mano para limpiar el dispositivo puede ser una buena medida preventiva, en caso de una emergencia.
No olvidar colocar una funda protectora al celular
Otra consideración importante es la forma de cargar el smartphone. Cargar el dispositivo con la funda puesta puede generar un aislamiento térmico que aumenta la temperatura del teléfono, algo particularmente problemático en condiciones de calor.
Se recomienda retirar la funda al cargar el dispositivo para mejorar la ventilación y evitar daños por excesivo calor. Al permitir una mejor circulación del aire, se reduce el riesgo de sobrecalentamiento del dispositivo durante su carga.