La pandemia de COVID-19 provocó un cambio significativo en la forma en que muchas personas trabajan. Para algunos, este cambio significó una nueva libertad y oportunidades sin precedentes. Este es el caso de Charles, un profesional de productos de consumo de la generación millennial, quien aprovechó el teletrabajo al máximo, logrando ganar más de 300.000 dólares al año trabajando en secreto para múltiples empleos remotos.
Ahora, a pesar de la disminución en las oportunidades de trabajo remoto, Charles está decidido a no volver a una oficina física nunca más y seguir buscando el dinero desde casa.
El camino de Charles al teletrabajo
La historia de Charles comienza en 2019, cuando decidió aceptar un trabajo independiente para ayudar a un amigo. En ese momento, su objetivo era ahorrar dinero para comprarse un coche Tesla. Gracias a que su trabajo principal era remoto, gestionar el trabajo adicional no fue complicado, comentó en una entrevista con Business Insider.
Esta primera experiencia de pluriempleo le abrió los ojos a las posibilidades de ganar ingresos adicionales desde la comodidad de su hogar.
Tras dos años en esta situación, el trabajo freelance terminó, pero Charles ya se había acostumbrado al dinero extra y decidió buscar otras oportunidades de trabajo remoto. La pandemia resultó ser una opción para él, ya que forzó a muchas empresas a adoptar el teletrabajo, facilitando así su búsqueda de nuevos empleos.
Durante los meses de confinamiento, este hombre se encontró con que, en su trabajo principal, había periodos en los que no tenía nada que hacer durante semanas. En lugar de desperdiciar ese tiempo, optó por mantenerse productivo buscando más trabajos remotos
“¿Por qué no asumir más responsabilidades si puedo gestionarlas?”, se preguntó. Esta mentalidad le llevó a trabajar en una combinación de empleos a tiempo completo y con contratos, manteniendo siempre su sobreempleo en secreto.
En 2021, Charles alcanzó su mayor éxito financiero, ganando más de 300.000 dólares. Al año siguiente, sus ingresos se mantuvieron altos, con más de 200.000 dólares, y aunque en 2023 ganó más de 100,000 dólares, la disminución en las oportunidades de trabajo remoto comenzó a notarse.
Según Business Insider, este dinero extra le permitió pagar deudas, mejorar su hogar, comprar una propiedad de alquiler, invertir en un negocio personal y comprarse un coche nuevo.
No volverá a la oficina
Desde 2022, muchas empresas han comenzado a reducir sus ofertas de trabajo remoto y han vuelto a modalidades de trabajo híbridas o completamente presenciales. Esta tendencia ha reducido significativamente las oportunidades para personas como Charles.
Según LinkedIn, la proporción de publicaciones de empleo completamente remotas en Estados Unidos cayó de más del 20% en abril de 2022 a aproximadamente el 10% en diciembre de 2023. Sin embargo, la demanda por estos puestos sigue siendo alta, con casi la mitad de todas las aplicaciones de empleo en diciembre, siendo para roles totalmente remotos.
Charles ha visto cómo las oportunidades en su industria se han ido acabando, con muchas empresas reduciendo la contratación o buscando principalmente roles presenciales o híbridos. A pesar de estos cambios, ha logrado aferrarse a dos empleos remotos, lo que no solo le proporciona ingresos adicionales, sino que también le permite evitar el odiado desplazamiento al trabajo.
“¿Por qué dejaría un buen trabajo donde estoy 100% remoto y no tengo que ir a la ciudad? Me levantaría a las 6 a.m. y no llegaría a casa hasta las 6 o 7 p.m. si tengo suerte. No, gracias”, aseguró. Además, calcula que el desplazamiento diario podría costarle varios cientos de dólares al mes, una suma significativa que prefiere ahorrar.
Para evitar sospechas de sus empleadores, Charles utiliza laptops, teléfonos y calendarios separados para cada trabajo.
“Si estoy en una reunión con un trabajo que no requiere mi participación activa, estaré trabajando en la otra laptop para el otro trabajo”, explica. Esta estrategia le permite cumplir con sus responsabilidades laborales sin tener que dedicar horas extra, asegurando que cada empleador reciba el rendimiento esperado sin conocer su sobreempleo.
A pesar de las posibles repercusiones, Charles está decidido a no renunciar a su estilo de vida remoto. “Hago mi trabajo desde casa y la gente está contenta con lo que hago”, afirma. “Si una compañía quiere ir tras de mí por ingresos adicionales debido a alguna política anti-sobreempleo, lucharé”.