Actualmente, hay que considerar todos los riesgos posibles en los entornos digitales. Incluso nuestro internet en casa puede ser usado de forma ilegal por actores externos y por eso es crucial mantener segura nuestra red inalámbrica.
Los riesgos de tener una WiFi abierta o mal protegida van más allá de la simple reducción del ancho de banda, ya que pueden incluir el robo de información o ser implicado en actividades ilícitas.
Por qué es importante proteger tu WiFi
- Reducción del ancho de banda
Cuando intrusos acceden a tu WiFi, pueden consumir gran parte del ancho de banda disponible. Esto no solo reduce la velocidad de tu conexión, sino que puede llegar a impedir la conexión de tus dispositivos.
- Robo de información
Una configuración de red inadecuada puede permitir a atacantes interceptar la información transmitida a través de tu red. Esto incluye contraseñas, datos personales y financieros. Los cibercriminales pueden utilizar esta información para cometer fraudes o robos de identidad.
- Conexión directa con nuestros dispositivos
Ciberdelincuentes con conocimientos técnicos suficientes pueden acceder a los dispositivos conectados a tu red. Esto significa que pueden ver y robar archivos, instalar malware o incluso tomar el control de tus dispositivos. La seguridad de tu red es, por tanto, una primera línea de defensa crucial.
- Responsabilidad ante acciones ilícitas
Al contratar una conexión a Internet, tu proveedor de servicios asocia tu dirección IP contigo. Esto significa que cualquier actividad realizada desde tu conexión se rastrea hasta ti. Si un usuario no autorizado comete acciones ilegales utilizando tu WiFi, tú podrías enfrentar consecuencias legales. Esto puede incluir multas y, en casos graves, responsabilidad penal.
Cómo proteger tu WiFi
- Cambia la contraseña por defecto
Los routers vienen con contraseñas predeterminadas que son conocidas y fácilmente accesibles en Internet. Cambia esta contraseña por una más segura, que incluya al menos 12 caracteres con una combinación de mayúsculas, minúsculas, números y símbolos. Evita usar información personal como nombres o fechas de nacimiento.
- Cambia el nombre de la WiFi o SSID
El nombre de tu red, conocido como SSID, suele estar configurado por defecto por el proveedor de servicios. Cambia este nombre por uno que no revele información sobre tu operador y que no guarde relación con la contraseña de acceso a la red.
- Modifica la contraseña de configuración del router
Para acceder al panel de configuración de tu router, necesitas una contraseña de administración. Esta contraseña también suele ser sencilla y predeterminada, como “admin” o “1234″. Cambiar esta contraseña es crucial para evitar que alguien que logre conectarse a tu red pueda cambiar las configuraciones del router.
- Apagar el router si nos ausentamos varios días
Si no vas a estar en casa por un período prolongado y no necesitas la conexión WiFi, lo mejor es apagar el router. Esto no solo ahorra energía, sino que también elimina la posibilidad de que alguien intente acceder a tu red mientras no estás.
- Asigna un Sistema de Seguridad Avanzado: WPA2 o WPA3
El primer paso para proteger tu red es asegurarte de que tu router utiliza el protocolo de seguridad más avanzado disponible, preferiblemente WPA3. Si tu router es antiguo y solo admite WEP o WPA, es recomendable reemplazarlo por uno más moderno. WPA2 con cifrado AES sigue siendo una opción robusta si WPA3 no está disponible.
Qué hacer si te roban el WiFi
Si sospechas que alguien está utilizando tu WiFi, estos son los pasos que debes realizar para sacarlo de tu red:
- Accede al panel de administración escribiendo la dirección IP del router (normalmente 192.168.1.1) en tu navegador.
- Revisa la lista de dispositivos conectados a tu red y identifica los que no te pertenecen.
- Cambia la contraseña de tu WiFi por una más segura.
- Configura el router para que solo los dispositivos autorizados puedan obtener una dirección IP.